lunes, 14 de mayo de 2012

REPORTAJE / Chávez y la narcoguerrilla colombiana (II)


General Carlos Julio Peñaloza
Noticiero Digital 13 Mayo, 2012

La Academia Militar

Para entender como se estableció la estrecha relación de Chávez con la guerrilla colombiana es necesario pasearse por su pasantía como oficial subalterno en el Estado Apure. Esa historia la conozco bien porque este personaje fue enviado allí luego que lo denuncié como conspirador en 1984. En julio de ese año ascendí a general de brigada y fui nombrado Director de la Academia Militar. Allí conocí al para entonces capitán Chávez, quien era plaza de esa casa de estudios. 

Pocos meses después de recibir la dirección de la Academia detecté indicios que indicaban que el locuaz capitán aparentemente dirigía una logia golpista que integraban oficiales y cadetes del instituto. A partir de ese momento se inicia mi investigación sobre sus actividades que fue saboteada repetidamente por algunos oficiales de alta graduación que lo protegían. 

La Academia Militar no cuenta con medios de inteligencia para investigar este tipo de situaciones haciendo necesario pasar el caso a instancias superiores. La transgresión de comprobarse constituiría un delito grave no podía sancionarse con un simple arresto disciplinario. En estas circunstancias debía solicitar el pase de ese oficial a la orden del Ejército, recomendando que se le abriera una averiguación sumarial que eventualmente condujera a su juicio, prisión y retiro. 

Para entonces era Comandante del Ejército el general José Antonio Olavarría, quien solicitó que la DIM hiciera una investigación para confirmar mi denuncia. Luego de esperar varios meses por los resultados de esa averiguación no hubo resultados concretos pero seguía oyendo rumores que indicaban que Chávez continuaba sus actividades en forma encubierta. Ante la falta de acción en febrero de 1985 solicité que el sospechoso fuese enviado a otro destino, fuera de la linea de mando y con adecuada supervisión para vigilar sus movimientos. El general Olavarría decidió que Chávez fuese pasado a la orden del Ejército y que se presentase a la Ayudantía de la Comandancia.
Al retirarse del Instituto le perdí la pista a Chávez pensando que la organización se encargaría de manejar debidamente ese caso. En el Comando del Ejercito el sospechoso se presentó ante el Ayudante General Raúl Viso del Prete, quien ordenó al jefe de la Secretaría el coronel Carlos Santiago Ramírez que tramitara el caso. Posteriormente fue enviado a presentarse al Director de Personal del Ejército, el general Luis Belisario Espinal Vázquez para que lo asignara a un nuevo destino. Por razones que desconozco, a Chávez se le dejó sin cargo hasta julio de ese año. Esta no fue una decisión acertada. Durante varios meses este individuo tuvo oportunidad de moverse libremente en el país facilitando las labores de reclutamiento para la logia golpista. 

En julio de 1985 el nuevo Comandante del Ejercito el general José Humberto Vivas inexplicablemente lo nombró comandante de un escuadrón de caballería aislado en Elorza en Apure. Allí siendo el oficial de mayor grado al mando de 120 hombres y sin supervisión Chavez pudo actuar a sus anchas mientras su caso se “enfriaba” en Caracas. Aunque Elorza no estaba sobre la frontera propiamente dicha, formaba parte de la ruta de la cocaína. Esa región constituía el principal canal de trasiego de la droga cuyos principales suplidores eran las FARC y ELN. Basado en Elorza Chavez con su carisma se hizo popular en esa región donde pululaban los traficantes de droga encubiertos en medio de honestos trabajadores del campo. De esa época datan sus contactos con las FARC y el ELN que operan en el Departamento colombiano del Vichada. 

Población de Elorza
Elorza es una pequeña ciudad venezolana que queda a unos cien kilómetros de distancia en linea recta de la frontera colombiana sobre el río Meta, hasta donde esta situado el puesto fluvial de Cararabo. Pese a la relativa cercanía no hay rutas terrestres adecuadas y el tránsito por trochas en vehículos todo terreno solo es posible en la época de verano. Pese a las dificultades de acceso Chávez se ha jactado públicamente que siendo capitán el iba desde Elorza a la frontera y pasaba ilegalmente a Colombia. Muchos de estos desplazamientos los aprovechó según él con “colitas” en aviones del Ejército, la Guardia Nacional o de ganaderos de la región. Los principales propietarios de aviones en la zona son los narcotraficantes. 

En 1986 a Chávez le correspondía su promoción a mayor. Al averiguar su estatus me informaron que la DIM no habían obtenido pruebas concluyentes. Eso me preocupó porque consideraba que había suficiente información para abrir una investigación sumarial. A partir de ese momento empecé a asumir que algunos funcionarios de la inteligencia militar estaban comprometidos en la componenda. Para sorpresa general, en julio de ese año el conspirador no solo fue ascendido, sino que por órdenes expresas del general Vivas fue subido en el orden de mérito hasta el primer lugar. Ese ascenso fue un insulto al Ejército. Este oficial había ascendido entre los últimos a teniente por información que lo hacía sospechoso de filtrar información sobre la emboscada de “La Gloria” en 1977. 
En ese ataque murieron 6 soldados. La DIM ha debido relacionar el informe de la brigada de Cazadores de esa época, que yo desconocía, con mi informe sobre sus extrañas actividades en la Academia Militar. Al pedir información a una persona de confianza en la Dirección de Personal me dijo que según la DIM no había pruebas “fehacientes” y que además en el expediente del capitán no aparecía ningún informe comprometedor. Alguien estaba manejando los hilos desde arriba y a mi juicio no era el Jefe de La DIM el CA Germán Rodríguez Citraro. El es un oficial institucionalista, primo de Simon Alberto Consalvi y amigo mio. Algunos comisarios de sus cuadros le estaba jugando una camunina. 

Al ascender Chavez a mayor fui nombrado Jefe del Comando Unificado de las FAN. Esa era una gran responsabilidad porque los roces con Colombia iban in crescendo. Desde que llegué al nuevo cargo mi primera prioridad fue dirigir la actualización de los planes de guerra con mi equipo. El asunto del oficial de quien desconfiaba pasó a un segundo plano. Ingenuamente pensé que estando tan lejos en Elorza no podría hacer mayor cosa. Entretanto avanzaría en mi carrera y mas tarde me encargaría personalmente del caso. Estaba equivocado. 

Al ascender a mayor Chavez tuvo que abandonar el cargo en Elorza que era para un capitán. Pronto sus ángeles protectores consiguieron una solución muy inteligente para dejarlo en la zona. Un terrateniente de la región “donó” al Ejército un terreno en Apure donde se estableció una escuela agrícola militar. A esa escuela en construcción fue asignado como jefe, sin supervisión, el mayor Chávez, quien de esa manera gozó de un año mas para moverse sin ningún control dentro de la ruta de la cocaína. Por alguna tenebrosa razón alguien necesitaba que Chavez se mantuviera en Apure por mas tiempo. Poco después al crearse la 10a Brigada de Caballería con sede en San Fernando, bajo el comando del Coronel Luis Alfonso Dávila, el futuro golpista fue adscrito a esa unidad. De allí nace la amistad entre Chavez y Dávila. Para entonces el general Luis Belisario Espinal Vazquez era el comandante de la División de Caballería y debe haber tenido responsabilidad en estos nombramientos. Este oficial había sido el director de personal cuando puse a Chavez a la orden del Ejército en 1985 y posteriormente fue el que lo envió a Elorza. Esta designación puede haber sido a titulo personal o por orden del general Vivas. Ambos generales le deben una explicación al país por sus decisiones. 


Chávez en Guasdualito 

Pasaron los años, ocurre el 4F y Chávez va preso. Luego viaja a La Habana y aunque las conversaciones con Fidel fueron secretas, sus consecuencias se notaron de inmediato. Chavez regresó de Cuba en diciembre del 94 hechizado por Castro y empezó a actuar convencido de ser su heredero. Fidel lo había persuadido que estaba destinado a gobernar a Venezuela, salvar la revolución cubana y a financiar con los petrodólares la expansión de Fidel por Iberoamérica. El objetivo final sería la destrucción del imperio norteamericano y del capitalismo, pero para ello debían tomar primero a Venezuela. Cuando Fidel muriera el muchacho de Sabaneta sería el sucesor. 

Por razones obvias estas ideas no debían expresarse públicamente y había que actuar con suma discreción. Al regresar a Venezuela el golpista pudo observar que su popularidad subía poco a poco como la espuma. Fidel lo había seducido haciéndolo sentir como un caudillo sobrenatural con superpoderes como los de Bolívar. Para entonces todavía se sentía atraído por la toma del poder por la fuerza rechazando la solución electoral. En ese momento su mente estaba centrada en la necesidad de armar y fortalecer el brazo militar del MBR 200 y hacia allá dirigió sus esfuerzos. 

En la procura de su objetivo, a mediados de febrero de 1995 Chávez viajó a Guasdualito acompañado por el coronel Luis Alfonso Dávila, quien había sido comandante de batallón en esa ciudad y se había convertido en uno de su lugartenientes. Para entonces el ex-paracaidista no era un candidato presidencial sino el jefe del MBR 200, un movimiento que planteaba la toma del poder por la fuerza. Su presencia en la ciudad llanera se debía a que en ese momento se desarrollaba allí un paro cívico en reclamo a la mala gestión del gobierno regional.

Chavez pensó que lo que ocurría brindaba una buena oportunidad para tomar la dirección de la protesta, reclutar nuevos miembros del MBR 200 y poner a prueba su liderazgo político. Para la época los servicios de inteligencia colombianos habían pasado información alertando sobre la posibilidad de ataques de la guerrilla contra Venezuela coordinados con el paro cívico en marcha. Dada la cercanía a la frontera y la presencia de guerrilleros y narcotraficantes colombianos el Ejército había reforzado el área creando una Fuerza de Tarea al mando del general de brigada Gonzalo García Ordoñez, en prevención de probable violencia en la zona. Al efecto los militares tenían instrucciones de prohibir e impedir manifestaciones. 

Al llegar a Guasdualito Chávez y Dávila se alojaron con otros militares retirados que los acompañaban en el hotel Uribante donde sus nombres quedaron registrados. Luego visitaron a las autoridades civiles y militares de la ciudad solicitando permiso para realizar una concentración en la Plaza Bolívar. El permiso fue negado y además se les exigió que en aras de la paz y el orden publico se retiraran del pueblo. Al marcharse se perdió temporalmente la pista de Chavez. 

Haiman El Troudi, actual presidente
del Metro de Caracas
Haiman El Troudi, uno de los pupilos de Chavez en el PSUV, en su libro “Historia de la Revolución Bolivariana” en relación a ese paro cívico dice crípticamente que “En Guasdualito en 1995 se produjo un alzamiento popular que, a pesar de no tener relación orgánica con el MBR-200, reivindica la gesta de los militares patriotas”. Obviamente Chavez era uno de los “militares patriotas” y no se debía hacer alusión al MBR-200. 

Al día siguiente de la partida de Chávez de Guasdualito, la inteligencia del Ejército colombiano reportó al Ejército venezolano que Chávez pasó ilegalmente la frontera avistándosele en la población fronteriza de Arauca. El reporte fue originado por el para entonces coronel Mario Montoya, un brillante oficial quien años mas tarde fue comandante del Ejercito colombiano siendo responsable por la dirección del asalto al campamento de Raúl Reyes en Ecuador. 

¿Qué carajo hacía Chávez visitando ilegalmente la ciudad de Arauca en Colombia? Lo que pasó a partir de allí constituye el verdadero misterio de lo ocurrido en la Masacre de Cararabo. Mañana domingo terminaré de relatar esta apasionante historia. Estos artículos son apenas un resumen de un artículo de mi futuro libro del cual hablaré mas adelante. Si alguien tiene información sobre estos hechos por favor comunicarse conmigo.

No hay comentarios: