martes, 20 de noviembre de 2012

LABORAL / REFLEXIONES DE UN TRABAJADOR

Ramón Gómez

(Cumaná, redacción) Está finalizando el gobierno de Enrique Maestre, sin que le deje nada al estado Sucre, para tristeza y desgracia ésta será recordada como la más nefasta gestión de gobierno que ha pasado por el estado. 

Lo peor es que durante cuatro largos años, un gobernante que dice ser socialista y se ufana de haber hecho un gobierno socialista, en la praxis no cumplió con lo vociferado; en un gobierno verdaderamente progresista, la prioridad es la atención de la clase trabajadora y sus necesidades, pero era mucho pedirle a un gobierno, donde para ocupar cargos no prevaleció la eficiencia sino la lealtad al hombre, con las consecuencias que ello acarrea. 

Gobernador Enrique Maestre
Los trabajadores al servicio del ejecutivo regional y entes descentralizados fuimos humillados, marginados, pisoteados durante cuatro años, ante el silencio complaciente de una dirigencia sindical, que apostó por el diálogo creyendo en la buena fe manifestada por las autoridades regionales, quienes magistralmente ejecutaron una estrategia que no permitió la reacción de la clase trabajadora antes de las elecciones presidenciales, evitando aprovechar una circunstancia que debió convertirse en una oportunidad para lograr la atención del Ejecutivo Nacional y conseguir los recursos necesarios para cancelar la totalidad de los pasivos laborales que sostiene el ejecutivo regional con sus trabajadores y de los entes descentralizados.

En mi opinión, creo que la dirigencia sindical actuó de buena fe, pero es inexplicable su falta de visión, de olfato situacional y estratégico para aprovechar oportunidades como los dos paros policiales, las elecciones presidenciales y de gobernadores, y transformarlas en instrumentos que pudiesen haber significado la solución al tema de los pasivos laborales, sin que ello significase politizar la acción sindical, son dos cosas totalmente diferentes el aprovechar los momentos y el politizar la lucha sindical. 

El tiempo terminó dándonos la razón a quienes expusimos por diferentes vías nuestra opinión, de que era necesario abandonar la mal llamada "Mesa de Diálogo” y concentrarnos en acciones reivindicativas, que en definitiva hubiesen obligado a las diferentes instancias gubernamentales atender la problemática labora del estado. Hubo quién opinó (y allí si se politiza la acción sindical) que eran más importantes las elecciones presidenciales, primero, las elecciones regionales ahora a lo cual siempre contesté que no se podía caer en la politización de la acción sindical y gremial. 

Cuando quiso reaccionarse, era ya muy tarde, pues los trabajadores en su inmensa mayoría a perdido la confianza tanto en las directivas de los sindicatos como en las mismas instituciones y ello es grave; peor aún, muchos dicen que debería eliminarse Suepples, y ello es un error. No puede la institución cargar la culpa de los errores y omisiones de su directiva; es necesario recuperar la confianza de los trabajadores en Suepples como ente gremial, pues es la vía para defender los intereses y ejercer los derechos que tenemos los trabajadores ante el patrono. 

Ello requiere en primer lugar convocar la elección de la Comisión Electoral, después elegir las nuevas autoridades, y de inmediato iniciar las acciones necesarias para recuperar no sólo la confianza de la clase trabajadora, sino el debido respeto que debe tener las autoridades hacia Suepples como institución. 

Estoy plenamente convencido de la necesidad de nuevos actores, con ideas nuevas, con la voluntad y disposición necesaria para afrontar con el gobierno la solución al tema de los pasivos laborales, con la gallardía de dialogar si es necesario, y presentar escenarios de conflictos cuando se pretenda humillar o burlar a la clase trabajadora. 

El panorama que se vislumbra es complejo, primero porque va a ser electo un nuevo gobierno, y tendrá en su primer año una ejecutoria presupuestaria deficitaria y mal elaborada, lo que obligará a realizar solicitudes de créditos adicionales para asumir los compromisos contractuales; segundo, debe iniciarse la discusión de la contratación colectiva, lo cual no debe, ni puede traducirse en renunciar a la exigencia de la cancelación de los pasivos laborales; tercero, porque durante cuatro años la acción sindical casi no existió, lo que derivó en la pérdida del poder de convocatoria de la actual dirigencia sindical, a que los trabajadores perdieran el interés por las acciones sindicales y a que perfectamente, el gobierno hiciese lo que le vino en ganas con el dinero de los trabajadores. ¡Hay que reaccionar! 

No podemos, nunca más, permitir que se humille a los trabajadores, llegó la hora de exigir lo que nos corresponde, llegó el momento de construir un mejor presente y un futuro promisorio para la clase trabajadora, por ello amigo empleado, te invito a que me acompañes a rescatar la dignidad de nosotros como trabajadores, de rescatar y fortalecer a Suepples como institución, convertirla en un ente capaz de dialogar y llegar a acuerdos, pero también de confrontar y generar respeto; por ello hoy más que nunca te pido a que me acompañes a tener el Suepples que merecemos; por ello acompáñame y hazme Secretario General de Suepples, para que junto a un equipo de mujeres y hombres luchadores, logremos un mejor porvenir, para nosotros y nuestras familias. 

Ramón Gómez, aspirante a Secretario General de Suepples.

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