AUDIO LIBRO LA SIMIENTE
DE LA SERPIENTE
(Un linaje para gobernarlos a todos)
Autor: Ronald Ibarra
NOTA: este material no es apto para cristianos pentecostales "juega carritos", inmaduros, no lectores en modo de escrutamiento de las Sagradas Escrituras y que a todo lo que se les predica dicen sin chistar: "Aménnnnnnnn".
Al hacer esto sin indagar, sin preguntarse, sin ahondar y hasta sin poner en tela de juicio parte, gran parte o todo lo que se enseñe desde los púlpitos, respecto a ciertos pasajes de textos traducidos, transliterados e infectados de malas exégesis por parte de descuidados, negligentes, interesados, bien o mal preparados "especialistas teológicos" del ámbito occidental (ALGUNOS DE ELLOS CONNOTADOS MASONES GRADO 33), de mentalidad occidental y que bajo una lógica occidental moderna, hacen de tropezadero a los creyentes, al venderle al rebaño una Escritura adulterada por falta de profundidad, sedienta de verdad y llena de mucho emocionalismo y motivacionalismo, la cual no es -para nada- el alimento adecuado para cimentar su fe, en tanto que el agua a las que conducen a sus congregaciones, está turbia y contaminada.
De este tipo de situaciones, por miedo, por conveniencia o por negligencia, tendrán que dar cuenta los pastores y ministros del Altar delante del DIOS TODOPODEROSO. Nadie sobre este mundo, con todo y la autoridad que le haya sido conferida por el ADON, es dueño absoluto de la verdad, porque la Verdad es JESUCRISTO en sí mismo. Es deber de los creyentes, meterse en las aguas profundas del texto bíblico, de sus raíces hebreas, para saber si lo que se les predica desde los púlpitos, es la verdad ceñida a lo que dicte el RUAJ HAKODESH (ESPÍRITU SANTO), quien como lo afirma el ADON YESHÚA, "OS CONDUCIRÁ A TODA VERDAD". Hemos de ser como aquellos judíos bereos a los cuales dio predica el apóstol Pablo respecto al Mashiaj YESHÚA: 10 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta
Berea. Y ellos, habiendo llegado, ENTRARON EN LA SINAGOGA DE LOS JUDÍOS.
11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras
para ver si estas cosas eran así.
12 Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no
pocos hombres. (HECHOS 17:10-12)