jueves, 20 de febrero de 2014

PROFECÍA DE 1984 / JEHOVÁ SE LO ADVIRTIÓ A ESTE PUEBLO... y no lo oyeron

 PROFECÍA DE CARLOS JIMÉNEZ SOBRE VENEZUELA,
 ENERO 1984
(VERSIÓN TRANSCRITA DEL AUDIO ORIGINAL)

Yo siento mucho temor de lo que voy a decir esta noche y quiero absoluto silencio. No quiero ni amenes, ni aleluyas. Yo quiero que ustedes me escuchen. Yo siento una carga inmensa por este país, he estado orando a Dios por esta República de Venezuela. En lo natural, y quizás buscando el factor económico, debería estar en otro lado o proyectando campañas en los EEUU donde Dios ha comenzado a darme un ministerio precioso y glorioso en aquel país.


Hacen dos años, dije: me voy de Venezuela. Y abandoné este país de cruzadas y Dios me llevó a Centroamérica, donde vi su gloria. Vi el estadio de San Salvador completamente lleno por dos ocasiones, con más de 60 mil personas en los últimos días, vi el estadio de Santa Ana inmensamente lleno y en el estadio de San Miguel, una ciudad de más de 100 mil personas, el último día de la cruzada había más de 35 mil personas que tuvimos que salirnos al frente del estadio porque la multitud no cabía dentro del estadio. Realmente yo no tenía pensado volver por mucho tiempo a Venezuela. Pero meses antes que el país entrara en crisis Dios me dijo que tenía que regresar, después de casi dos años largos de haber dejado de ministrar en este país volví, y volví con un mensaje que se avecinaba una crisis.

En aquel momento cuando yo anunciaba la crisis, por aquí está mi hermano Fuenmayor como testigo, aun hasta pastores dijeron que yo estaba loco que no había crisis para Venezuela que había mucho petróleo para que Venezuela entrara en crisis. Varón el Señor me lo dijo y yo cumplo con decirle lo que me dijo el Señor y si yo no soy profeta de Jehová eso no se habrá de cumplir y a los pocos meses reventó la crisis en la cual estamos sumidos ahora. Hace como tres o cuatro meses el Señor me dijo estas palabras: El


narcotráfico está siendo cambiado de Colombia hacia Venezuela. Como hay necesidad de dinero en este país y como este país ha gozado de un estatus económico envidiable y el pueblo está acostumbrado a buenas cosas y como ya la nación colombiana está desprestigiada precisamente por el narcotráfico ahora van a usar como base a Venezuela.


Y así lo dije en varias iglesias y en varias campañas al aire libre donde ministré, saben una cosa para mí no fue una sorpresa cuando la semana pasada el director de la PTJ confirmaba las palabras que yo había dado en las profecías que me dio el Señor. Ayer le estaba preguntando por qué me tienes en Venezuela, porque para mí el venir a Venezuela ha significado un caos económico muy grande, por qué me tienes en Venezuela, quisiera ministrar en otros países. En el año de 1984 solamente Dios me ha permitido óigame bien solamente Dios me ha permitido llevar dos meses de campañas fuera de Venezuela y es en la república de Colombia en el mes de mayo y en el mes de octubre, todo el año restante lo estamos llenando en este país, yo no quería comprender el plan del Señor.


Revuelta, combates violentos
Ayer estuve muy inquieto y le dije Señor qué es lo que tú quieres conmigo en Venezuela y anoche a las 3:00 am Dios contestó y me dio la respuesta y es ésta: yo no sueño mucho pero cada vez que yo he soñado Dios ha confirmado mis sueños. La Biblia dice que en los postreros tiempos se soñaran sueños de parte de Dios. Yo llegué a Maiquetía y sellé mi pasaporte y venía muy contento porque tenía una serie de cruzadas que realizar en este país y en el día que llegué a Venezuela estalló una tremenda revuelta en todo el país, comenzaron combates violentos en todas las ciudades importantes y miles de muertos, yo corría por toda Caracas y veía miles de muertos veía el río Guaire lleno de muertos, el rio Guiare lo veía tinto en sangre y comencé a ver muertos en las azoteas, disparos, las casuchas de las montañas destruyéndose por el fuego de morteros y de coheterías, y saben en el sueño el Espíritu me ordenó que me fuera de Venezuela cuando estaba en aquel combate violento, pero con el tiempo sigue el sueño así.

Con el tiempo yo volví a Venezuela, se había acabado la guerra y cuando entré al aeropuerto no me acuerdo todavía pero venía otro evangelista conmigo. Cuando entramos por Maiquetía al evangelista que iba delante de mí le abrieron su equipaje y vieron una Biblia y entonces el guardia que estaba allí le dijo: ¡usted no sabe que esto está prohibido en Venezuela! Por lo tanto queda usted arrestado y yo me quede estupefacto porque el siguiente equipaje que seguía era el mío y é l comenzó a predicarles y me hizo señas con los ojos que me quedara callado y mientras estaban discutiendo los demás guardias me dijeron usted señor pase rápido y a mí no me revisaron el equipaje y yo entré a este país y cuando entré en la ciudad comencé a ver una cantidad de soldados en las calles, acostados en las esquinas. El color de sus
uniformes era verde y en su frente, en la gorra tenían una estrella roja y yo comencé a inquirir con las iglesias y comencé a preguntar por los cristianos y fui a algunos templos que yo conozco muy bien y sentía ganas de llorar porque vi a un templo que le habían prendido fuego, vi otros templos que los tenían cerrados y otros templos muy conocidos por mí los vi convertidos en cuarteles y yo comencé a llorar y a decir dónde está la iglesia, dónde está la iglesia y me encontré con una persona y le pregunte mire dónde están los cristianos y aquella persona me dijo: “señor cállese porque lo van a meter preso aquí no se puede hablar de eso, los cristianos están en la cárcel”.

Y así fui a una cárcel. Recuerdo que era una cárcel de murallas altas y en el patio había muchas (no se entiende la palabra) … y cuando yo entré a aquella cárcel me dieron ganas de llorar porque vi siervos del Señor que los conozco muy bien, no voy a decir sus nombres porque no creo prudente decir sus nombres, los vi en la cárcel, los vi tras las rejas, y vi una cantidad de hermanos metidos todos en la cárcel, hacinados porque no cabían en los cuartos y cuando ellos me vieron varios comenzaron a hacerme así (el índice sobre los labios) para que me quedará callado y vi la angustia del pueblo de Dios encarcelado, vi la angustia del pueblo de Dios y de repente de allá de mi alma, cuando yo vi al pueblo y lo vi entristecido lo único que pude hacer fue decir estas palabras ¡Cristo vive! y de repente de la cárcel se escuchó un estruendoso amén y hubo un amén poderoso que sacudió los cimientos de la cárcel y cuando eso sucedió los guardias comenzaron a preguntar “¿quién fue el que gritó Cristo vive?”.
De pronto viene un guardia y me dice “¿Tú fuiste el que dijiste Cristo vive?”. Le contesté: “Si yo lo dije”. Entonces el hombre comenzó a llorar y me dice yo también soy cristiano vamos a gritar los dos aunque nos pongan presos. Y comenzamos a gritar ¡Cristo vive! y el pueblo respondía ¡amén! Díganme amén cuando yo diga Cristo vive.

Así se oía, y de repente la guardia vino a arrestarnos y en ese momento hoy -a las 3 de la mañana, escribe el día, estamos a 5 de enero de 1984- yo me desperté, estaba con ganas de llorar, mis manos estaban temblorosas, yo no quería hablar esto esta noche, yo no quería decirlo, había algo en mi. Yo todo el día he pasado con un malestar terrible, yo no sé lo que me sucedía hoy, yo he pasado con un nerviosismo encima de mí, yo no quería hablar esto en esta noche, pero óigame desde la 3am hasta las 6am yo he pasado de rodillas intercediendo por esta república pidiéndole al Señor que si va a suceder que por lo menos nos prepare, si va a suceder que nos llene del Espíritu Santo, que nos de valor para no negar su nombre y que aunque haya prisiones y aunque haya muerte y aunque haya dificultades que no importa lo que haya de suceder, nosotros estaremos listos a ser encarcelados a ser llevados a las mazmorras, aun predicar en la clandestinidad, aun a entregar nuestras vidas, pero que él sea glorificado.

Yo consulté esto con algunas personas antes de hablar y las personas sintieron del Espíritu Santo que yo debía decir esto. Se avecinan tiempos difíciles para este país. Ustedes están esperanzados en gobiernos y en políticos y yo no soy quién para hablarles de política y no estoy hablándoles de políticas y ustedes están esperanzados que vendrán mejores tiempos mejores, pero escúchenme los días serán malos viene tiempos difíciles para este país, viene persecución para la iglesia del Señor Jesucristo, pero así como viene persecución viene la depuración porque el que esta medio sancochado se ira del coroto y solamente permanecerán en el coroto aquellos que han conocido al Señor Jesucristo.

Aquellos que tienen la esperanza de Israel en su corazón. Aquellos que sienten la pasión por las almas. Por eso hermanos jóvenes en este congreso yo quiero decirle que es tiempo de buscar a Dios, es tiempo de evangelizar, a mis hermanos ministros quiero decirles que es tiempo de unirnos más quizás no ver tanto a la denominación a la que pertenecemos sino saber que somos del pueblo del Señor porque si no nos unimos aquí ahora en momentos de bonanza en la cárcel si tendremos que unirnos para alabar y glorificar el nombre del Señor.

Es tiempo de dejar las rencillas pueblo de Dios, es tiempo de dejar de pensar que somos unos mejores que otros, es tiempo de dejar de pensar que somos el pueblo mejor que el Señor tiene. Yo creo que Dios nos está llamando a pagar nuestra cuota de sufrimiento y ese testimonio del pueblo de Dios en la cárcel para mí me habla que aun hasta los guardias esos que custodian a los cristianos al sentir la gloria del Señor van a recibir inspiración para aun en la clandestinidad confesar a Cristo Jesús, que él vive que Él no es un Dios de muertos, que Jehová reina.

Si usted no quiere creer lo que le estoy diciendo, si usted quiere creer vamos a consagrarnos al Señor, vamos a buscar su rostro vamos a dejar que Espíritu del Señor los sature, vamos a permitir que el Espíritu de Dios gima por nosotros y vamos a clamar por este país que necesita de Dios. Somos la esperanza de Dios para este pueblo. Somos los oídos de Dios, oigamos la palabra de Dios. Yo no puedo decirles el tiempo porque no me fue revelado el tiempo, pero va a suceder y será triste ese día.

Algunos negaran el nombre del Señor. Vamos a llenarnos del Señor porque entonces no le tendremos miedo a la muerte, vamos a llenarnos del Señor porque aunque nos toque sufrir, la bendición del Señor estará sobre nosotros. Esta noche yo les exhorto a que en cada hogar se haga un altar para glorificar al Señor, que cada hogar se convierta en un altar donde arda el fuego del Espíritu Santo y óigame esto yo lo digo hoy 5 de enero de 1984 si esto no se cumple yo no soy profeta de Jehová porque esto no lo va a retraer el Señor y esto viene de parte de Dios. Lo vamos a aceptar con valentía y nos vamos a parar sobre nuestros pies y aunque se nos acabe la comida, y aunque se nos elimine, se nos persiga y tengamos que vivir en túneles nosotros testificaremos de Jesucristo, hablaremos del Señor y nos mantendremos en pie.

Solamente para terminar porque no quiero decir más nada, quiero leerles unos versículos nada más que Dios me dio para leerles. Los que están aquí saben que yo no acostumbro estas cosas creo que es primera vez en mi ministerio que yo hago esto. Yo no acostumbro. Yo no quiero impresionarlos. Yo quiero que el Espíritu de Dios los impresione. El próximo miércoles yo me voy a Paraguay pero créanme que todos los días de mi vida y voy a estar orando por ustedes. En el Apocalipsis el capitulo 21 dice así: Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva… (leer de la Biblia).

Los cobardes e incrédulos los fornicarios y hechiceros tendrán su parte….que es la muerte segunda y quiero leerle…la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna…

Póngase de pie vamos a adorar a Dios y vamos a interceder por este país, levante sus manos y levante su voz, glorifique a Dios, gimamos por este país, este es tu país, si eres extranjero y vives aquí este es tu país, ¡aleluya, aleluya! Alábalo, alábalo, mezcla tu oración con lloro, intercede en esta noche, se está cerrando el tiempo, ¡aleluya, mueve a tu pueblo Señor en esta noche!

No hay duda que Dios nos bendijo, y no hay duda que lo que hablamos vino de parte de Dios, yo creo que esta noche tenemos otra parte del cielo. Después de terminar el hermano Omar Díaz evangelista nacido en esta bella república llegó y me dijo varón mi esposa tuvo un sueño similar, su esposa vio la guerra vio la persecución y también una cosa que me llamó poderosamente la atención que su hija en ese momento que tuvo ese sueño y vio la persecución de lo que Dios me mostró en esa noche su hija tiene 9 años de edad y su hija tiene hoy 4 años de edad. Hoy en el periódico El Nacional apareció una noticia que quiero leerla viernes 6 de enero de 1984 en la sección D un líder político dice ruego a Dios por el éxito de (nombre) y nombra al próximo presidente.

Una de las cosas que el líder dice es si el próximo presidente no rescata a la nación podría producirse un colapso de la democracia. También dice la habilidad de la izquierda es la única alternativa de poder. Una de las cosas que yo he pensado es que si no se hace un buen gobierno no habrá excusa porque tienen a su favor todas las cámaras y estoy seguro que van a tener en su favor todos los consejos del país, yo he tomado esto no para hablar porque yo no estoy en contra ni de uno ni de otro. Pero he tomado esto para corroborar lo que el Señor me dijo anoche. Y cotejando lo que dijera nuestro hermano Omar Díaz esto podría producirse en cinco años o tal vez más. ¿Qué hay que hacer ante esta disyuntiva que se presenta? No hay duda que Dios nos quiere alertar, hará algo Jehová sin que lo declare a los profetas. Hará algo el Señor sin que lo advierta a su pueblo.

Yo hablaba con un pastor y me contaba: “Tú viste mi iglesia en ese sueño y que era mi iglesia un cuartel. Yo quiero decirte que hace 20 años una hermana vio mi iglesia convertida en un cuartel”. Ahora, ¿cuál es el mensaje para esta noche?: abramos nuestras Biblias en 2ª Crónicas 7:14 y así dice la Palabra: Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado y oraren y buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.

Cuántos quieren sanidad sobre Venezuela, cuántos quieren que el poder del Espíritu Santo se derrame sobre este pueblo, cuántos quieren mis estimados hermanos que el pueblo del Señor se levante a proclamar a Jesucristo como la única solución, óigame bien aunque se están presentando muchas alternativas en este país, para mí como profeta de Dios yo creo que la única alternativa somos nosotros los que creemos en Jesucristo. Esta noche el Espíritu Santo nos hace un llamamiento para humillarnos, y qué significa humillarnos significa primeramente dejar los odios y rencores que puedan existir, sanar nuestra alma, andar en integridad delante del rostro de Jehová de los ejércitos, aleluya; reconocer a nuestros hermanos como deben ser reconocidos y humillarnos delante del Señor para que el poder del Espíritu nos unja y no solamente nos unja a nosotros sino que en nuestra humillación la gloria del Señor va a correr por nuestro país del oriente a occidente y del norte al sur y hasta el último rincón de este querido país.

¡Que la palabra de Dios penetre porque es palabra de un pueblo que se humilla y busca el rostro del Señor, aleluya! Si se humillare mi pueblo y buscare mi rostro, creo que hay que volvernos al ayuno, tenemos que volvernos a la oración, tenemos que volvernos a las vigilias, a la evangelización agresiva de las calles, de los buses, del metro, tenemos que pedir el poder de lo alto para ser como el bautista que alumbraba por fuera y ardía por dentro. Hay que buscar el rostro del Señor para que podamos decir como el apóstol Pedro “lo que tengo te doy”.

Mas si ahora lo que tenemos es altivez y si ahora lo que tenemos es querellas entre nosotros y si ahora no nos podemos reunir en una reunión magna porque pertenecemos a diferentes denominaciones si ahora mis estimados hermanos no podemos mirar a otro que es también lavado por la sangre de Jesucristo porque no pertenece a mi denominación, no hay duda que Dios va a permitir que la prueba venga para que en la prueba nos podamos hermanar pero si queremos evitar la prueba desde ya tenemos que hermanarnos tenemos que comer de la misma mesa tenemos que beber del mismo bautismo tenemos que ser ungidos por el Espíritu Santo y el espíritu de humildad tiene que reposar sobre nosotros aleluya!

Las barreras denominacionales nos están matando porque no eres de mi denominación tú no puedes ser de los míos ni puedes compartir conmigo. Si alguien piensa que yo no soy de las asambleas de Dios aquí está mi credencial al día 1983 yo soy de las asambleas de Dios y estoy hablando desde las asambleas de Dios pero no estoy buscando solamente a las Asambleas de Dios estoy invitando a todo el pueblo evangélico de Venezuela hacia la unidad del Espíritu a que tengamos un mismo Señor, una misma fe, un mismo bautismo y para eso tenemos que humillarnos, y tenemos que quitarnos nuestros prejuicios y tenemos que quitarnos las barreras y destruir ese celo que nos está matando y reconocernos los unos a los otros como pueblo del Señor.

Que el bautista pueda ver al pentecostal como su hermano, y que el pentecostal pueda tenderle una mano al bautista, una mano franca y decirle aunque no tienes lo que yo tengo tu eres mi hermano, ¡aleluya! que el presbiteriano no mire con orgullo al pentecostal y que el pentecostal no mire con orgullo al presbiteriano, que los libres puedan sentir que les amamos porque a veces nosotros los pentecostales aunque decimos que nos desprecian somos los que hemos puesto esa barrera con eso del Espíritu Santo.

Gracias a Dios que nos ha sido dado al Espíritu Santo pero eso no debe ser motivo de enorgullecerse, eso debe ser motivo de hacernos más humildes y mirar aquellos hermanos que no tienen al Espíritu Santo con amor y con pasión. Si se humillare mi pueblo, tenemos que humillarnos, quizás Dios ha enviado esta crisis para que haya poca comida, menos hallacas, menos arepa y dediquemos tiempo al ayuno y la oración. Yo quiero parecerme a Jeremías en esta noche ante ustedes, yo quiero parecerme a Jeremías cuando dijo paraos en los caminos yo me imagino la figura famélica del profeta, quizás con sus ojos febriles cuando se paró allí y le dijo paraos en los caminos y preguntad cual era la antigua senda y entonces andad por ella.

Aquí está la senda antigua, no la modernicemos. La senda antigua el mensaje antiguo de ayuno, de oración, de vigilia, de mucha oración, de búsqueda intensa, de intercesión, de estar en la presencia del Señor, ese es el camino que Dios quiere para su pueblo. Por eso pueblo de Dios en este momento histórico, en este momento cuando Dios nos llama a reconciliación, en este momento cuando el poder de Dios está sobre esta nación, en este instante cuando Dios nos quiere hablar detengámonos un poco, detengamos nuestros programas si es preciso cerremos tantos programas en la iglesia y tengamos días enteros de oración, abramos los templos desde por la mañana para que el pueblo vaya a orar a buscar el rostro del Señor….(habla en lenguas), aleluya, aleluya, aleluya, aleluya!...el mensaje (habla en lenguas otra vez), aleluya. He aquí dice el Señor yo estoy para hacer algo que vosotros, no entendéis, estoy buscando hombres y mujeres que se alisten en mi ejército, hombres de manos limpias y corazón limpio, hombres y mujeres de visión, llenos de poder.

Quiero depositar mi gloria, aquella gloria que deposité en los profetas, quiero hacerlo en este tiempo, vienen días difíciles, peligrosos pero aunque mi iglesia fuera perseguida las puertas del infierno no prevalecerá sobre mi iglesia y saldrá victoriosa de la prueba pero ahora hijos míos es un llamado de urgencia preparaos, reuníos en el altar de Jehová, restaurad el altar de Jehová porque está destruido. Restaurarlo con intercesión, restaurarlo con ayuno, restaurarlo en nuestros corazones y cuando arda ese altar, el altar sobre Venezuela también arderá con el poder del Espíritu del Señor, yo te llamo hoy dice Jehová el Señor, ¡aleluya, aleluya, aleluya, aleluya! ¡El llamamiento en esta noche no es al pueblo de Venezuela, no! Dios no está llamando a toda la nación de Venezuela como tampoco llamo a Israel, la Biblia dice si se humillare mi, mi, mi pueblo, el pueblo mío, si se humillare el pueblo que invoca a mi nombre.

No le echo la culpa a los políticos ni le echo la culpa a los pecadores si eso se derrumba será culpa suya y mía porque no nos hemos humillado delante de la presencia del Señor. esta noche el llamamiento es para usted que es lavado con la sangre de Jesucristo es para usted que tiene la facilidad de invocar el nombre del Señor, esta noche el llamamiento es para ti que tienes las puertas de los cielos abiertas a tu clamor y que debes levantar un clamor unánime desde esta noche y que cada iglesia y que cada hogar se convierta en un altar donde estamos intercediendo antes de que venga y se desbarajuste esta nación porque si esto cae será culpa suya y mía (habla en lenguas). Cuando fui a la nación del Salvador por primera vez, sabe lo que había allí, encontré a una iglesia miedosa que no quería salir de sus paredes, se estaban alistando para recibir a las fuerzas ateas para que dominara el país y el ánimo que había era como el que cuelga sobre Venezuela, que muy pronto este país caerá bajo las fuerzas de la izquierda. Dios me dio mensajes muy similares a estos y yo recuerdo que la iglesia en el Salvador aceptó el reto de Dios. La iglesia del Salvador vive de rodillas, en las esquinas, en los estadios, proclamando a Jesucristo, alaba en los templos, predica en los cuarteles, ha entregado mártires porque son muchos pastores que han sido asesinados por su fe y muchos cristianos que han sido asesinados por predicar a Jesucristo.

Yo tengo en mi memoria a dos jóvenes que tenían una de las partes más difíciles de la ciudad del Salvador y llegaron una noche los barrieron y los mataron y dejaron sus cuerpos tirados y daba tristeza de ver la cantidad de tratados regados y tirados a su alrededor, pero al día siguiente no habían dos jóvenes predicando en ese lugar, había 20 nuevos jóvenes predicando la palabra de Dios. Si Dios nos llama a entregar nuestras vidas por predicar el evangelio y por ser fiel a su Palabra, vamos a hacer fiel porque el que perdiere la vida por causa del Señor este la hallará y tendrá vida eterna.

Algo hay aquí en el ambiente, si mi pueblo se me humillare y orare y buscare mi rostro yo oiré desde los cielos dice el Señor. Allí está la promesa, ¿acaso Nínive quería ser destruida? Dios oyó el clamor de un pueblo impío que se arrepintió y si oyó el clamor de un pueblo impío cuánto no mas no va a escuchar el clamor de un pueblo de aquellos que fueron lavados y regenerados por la sangre del Cordero que nos quita el pecado del mundo. Es un llamamiento de urgencia es un llamamiento para todas las edades, es un llamamiento para que dejemos de estar jugando a la iglesia, porque estamos jugando mucho a la iglesia, para considerarnos más del Señor para dejar de vivir una vida disipada, es un llamamiento para ser cristianos verticales, íntegros con Dios, dispuestos a darle el tiempo al Señor y darle lo que nuestra vida corresponda al Señor entonces Jehová nos bendecirá y en nuestra bendición será bendita Venezuela, cuántos lo creen pero quiero terminar con esto.

Ojalá que esto no entre y se quede en saco roto, ojalá que no nos entre por aquí y nos salga por aquí. Yo he venido orando desde ayer y hoy: Señor dales temor a tu pueblo y no nos dejes descansar, trae espíritu de compunción a tu pueblo, de que andemos compungidos Señor pon esa carga que tú has puesto en mí ponla en tus ministros, en los diáconos, en los creyentes de la iglesia. Dios nos llama en esta noche, presbíteros hay que alertar a los pastores, ministros hay que alertar a la iglesia, creyentes hay que alertar al creyente frío que vive, anhelo hermanos que pudiéramos tener control para que desde este día o la próxima semana en todas las iglesias de Venezuela tengamos cultos de oración, donde el pueblo se humille de verdad porque Dios quiere sanar y perdonar nuestro pueblo pero depende de nosotros, esta noche Dios te llama a ponerte en la brecha como Dios llamo a Ezequiel, te pondrás tu? Yo si voy a ponerme delante del Señor. ¡Pónganse de pie vamos a adorar al Señor, adore a Dios, el vive, el vive, no se muevan que toda vía falta mucho en este culto, aleluya, aleluya!... ¡clama pueblo de Dios!...clama pueblo de Dios.
¡Aleluya!...


Canción
Diez años han pasado después de aquel primer grito. “El tiempo ya llegó, postergo mis juicios sobre esta nación -decía el Señor- por qué olvidaron que os hablé, por qué la voz del profeta se perdió en el tiempo, por qué vuestro corazón se endureció y vuestro oído se cerró a mi voz. Llegó, llegó el angustioso momento, oh circuncidad vuestros oídos, abrid vuestro corazón y oíd con claridad. Yo soy el mismo que hablo ayer, yo soy el mismo que hablo hoy mi palabra era verdad, no creyeron, no creyeron, se hizo tarde.
El hambre ya vino y la miseria se apresura, apura sus pasos sin resbalarse mientras la injusticia del hombre lo trae con premura, oraré en la distancia por la tierra que amo, oraré en secreto por el amigo que extraño, oraré en el silencio levantando mis manos, creeré a la justicia de Dios el soberano. Oro por mi pueblo, oro por mi gente, no creyeron no entendieron se hizo tarde, pienso y tiemblo con gran dolor, mi alma se entristece en mi, mientras mi pecho arde. Lloro por mi pueblo, lloro por mi gente, no creyeron, no entendieron se hizo tarde, pienso y tiemblo con gran dolor, mi alma se entristece en mi mientras mi pecho arde y crecerá el renuevo que fue herido y en preñez de angustia nacerá el regocijo y cantaré y alabaré de alegría en tierra extraña porque recordare que eso también mi Dios lo dijo.

Lloro por mi pueblo, lloro por mi gente. No creyeron, no entendieron, se hizo tarde, más por lo que viene pienso y tiemblo con gran dolor. Mi alma se entristece en mí mientras mi pecho arde. Oíd concilios, oíd iglesias, aquí nació mi esperanza, dolores de parto han sufrido muchos de ustedes por verme nacer mi vientre dilata y el fruto de vuestro dolor está a punto de ser vuestro clamor es mi savia, vuestro clamor es mi vida, no calléis, no calléis, no me hagas sentir que puedo perecer, levantad manos santas, circuncidad vuestros oídos y abrid vuestros ojos. Limpiad vuestras manos porque el tiempo no será más largo y la esperanza dará su fruto. Mi ángel, mi ángel marca la raya final, mas ya no pasaran ni hombres ni principados para que no sea más grande el luto, solo que quieren embriagarse con la sangre del pueblo y con gran orgía se beberán la derrota de mis santos. Solo oíd y humillaos en clamor las preguntas las hago y las respuestas las tengo. Oíd la voz de esta oración, después de ser mi esperanza no os convirtáis en mi verdugo por vuestra incredulidad. Oíd, oíd mis santos. Limpiad, limpiad con premura vuestro corazón y convocad con diligencia a mi pueblo, corred, corred…

Lloro por mi pueblo, lloro por mi gente, no creyeron, no entendieron se hizo tarde, mas por lo que viene pienso y tiemblo con gran dolor mi alma se entristece en mi, mientras mi pecho arde, y crecerá de el renuevo del árbol que fue herido y en preñez de angustia nacerá el regocijo y cantaré y alabaré con alegría en tierra extraña porque recordare que eso también mi Dios me dijo…

Y la iglesia le oyó a Dios, y mucho pueblo gimió y mucho pueblo clamó. La tierra se estremecía cuando un grito se escuchaba. No era un grito de pavor no era un grito de dolor. Era un grito de esperanza, era la vida naciente, era el fruto del clamor, las lagrimas hicieron que enjugaron la bandera de esta tierra e hicieron posible el parto aunque con sangre y dolor.

Dios vio el llanto de su iglesia y aunque el parto fue muy duro han cesado sus dolores, han cesado sus querellas. La bienvenida te damos mi patria querida y bella y al nombre que Dios le ha dado es la nueva Venezuela.

PROFECÍA DE CARLOS JIMÉNEZ SOBRE VENEZUELA, ENERO 1984
(VERSIÓN TRANSCRITA DEL AUDIO ORIGINAL)
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NOTA: Para GLORIA DE DIOS, agradecemos con suma humildad y afecto a la hermana Eunice Fincher por habernos cedido este importante texto profético. Ahora toca al pueblo venezolano saber que debe humillarse delante del GRAN YO SOY para que JEHOVÁ DIOS DE LOS EJÉRCITOS muestre su misericordia, su perdón y ofrezca por medio de JESUCRISTO, su HIJO AMADO, la restauración de esta tierra de gracia...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi país saldrá pero con dolor parto difícil pero esperado

Gustavo Morante dijo...

He creido que esta Profecia es cierta... Lamento profundamente que no la hayan publicado completa, colocaron la ultima parte... tengo el audio original.... si el pueblo venezolano y Cristiano hubiese oido y obedecido este alerta no estuvieramos asi en este tiempo (30agosto2015).. La primera parte habla que se levantaría un lider (al tiempo entendí que era hugo chavez frias) que le darian mucho poder y traeria destrucción a nuestro pais, pero Dios estaba alertando que nos volvieramos a El...igualemente lamento profundamente que mucho pueblo cristiano creyó en sus mentiras y le apoyó, llevando a sus congregaciones a seguirle y ser participes de este desastre que ese señor trajo a nuestro país....Pero creo Fielmente que en medio de este desastre Dios seguirá mostrando su Amor, Gracia y Favor para con nosotros....