Una noticia “de proporciones bíblicas”, con enormes ramificaciones, fue emitida recientemente y recogida por varios medios de comunicación de todo el mundo.
A lo largo de los últimos 16 años, el Dr. Steven Collins, arqueólogo y decano ejecutivo de la Trinity Southwest University de Albuquerque, y un equipo de empleados y voluntarios, han estado excavando un sitio que según ellos creen es la Sodoma bíblica. El lugar de la excavación se encuentra en el lado oriente del valle del Jordán, en la nación de Jordania, al otro lado del río Jordán desde Jericó. El yacimiento es enorme, casi cuatro o cinco veces el tamaño de Jericó, que existió en la misma época.
Durante sus excavaciones (que se llevan a cabo en enero y febrero, cuando las temperaturas son lo suficientemente moderadas como para hacer tolerable el trabajo) se han hecho ciertos descubrimientos científicos muy interesantes.
En las últimas campañas de excavación, el Dr. Collins y su equipo han encontrado indicios de una abrumadora destrucción en este lugar, ahora llamado Tall el-Hammam. Durante años, el Dr. Collins ha presentado pruebas de por qué cree que este lugar es el que tiene la más alta probabilidad de ser la antigua ciudad de Sodoma.
Otro miembro clave del equipo de excavación es el Dr. Phillip Silvia, arqueólogo de campo y supervisor del Proyecto de Excavación Tall el-Hamman. Como se mencionó en la editorial, el otoño pasado se publicó en revistas científicas de todo el mundo un trabajo de investigación de 65 páginas revisado por expertos, del que son autores 21 científicos, entre ellos el Dr. Silvia. La primera publicación apareció en Nature Scientific Reports.
Lo sorprendente de dicho artículo es que detalla cómo las pruebas de destrucción encontradas por los arqueólogos en Tall el-Hammam encajan en la descripción bíblica del abrupto final de Sodoma. La evidencia muestra una destrucción repentina y catastrófica originada fuera de este planeta.
Nuestro equipo de redacción de Las Buenas Noticias ha seguido estos trabajos de excavación durante los últimos 16 años, e incluso visitó el lugar poco antes de que comenzaran las excavaciones en 2005. Debemos señalar que tenemos algunas dudas en cuanto a la datación de este sitio, ya que según nuestros cálculos y comprensión de la cronología de la época en la que Abraham vivió y cuando Sodoma fue destruida, el exterminio de la ciudad acaeció unos 200 años antes de lo que los excavadores del sitio han establecido.
El equipo de Tall el-Hammam confía en que su datación del yacimiento sea exacta, pero por el momento no hay una respuesta fácil para esta discrepancia. Quizá en los próximos meses y años salgan a la luz datos más precisos en cuanto a la fecha de destrucción de esta ciudad. Como campo científico, la arqueología bíblica está en constante evolución ya que continuamente surge nueva evidencia en las tierras bíblicas.
Varios arqueólogos de renombre también han llegado a la conclusión de que este es realmente el lugar donde se hallaba Sodoma, a pesar de los problemas de datación. Las pruebas del emplazamiento mismo, así como los indicadores bíblicos en cuanto a su localización, son muy convincentes. Las pruebas geográficas y las nuevas pruebas científicas de la destrucción de la ciudad constituyen una seria posibilidad.
Esta historia tiene profundas implicancias bíblicas para la comunidad arqueológica, y también implicancias espirituales mucho más profundas para el mundo entero.
Escudriñemos las Escrituras, entonces, para ver qué pasó con las ciudades de Sodoma y Gomorra, y comparémoslo con lo que los científicos han descubierto. Y ya con ese antecedente, consideremos la pregunta: ¿Qué sucedería si este lugar fuera la antigua Sodoma? ¿Qué significado tendría para la humanidad, para usted y para mí en lo personal?
Sodoma, una cloaca de maldad
La mayoría de nosotros probablemente estamos familiarizados con el relato bíblico de la destrucción que Dios envió a Sodoma y Gomorra a causa de los pecados de sus habitantes. Solo un minúsculo grupo de residentes escapó. Abraham le suplicó a Dios que perdonara a la ciudad si se encontraban allí siquiera unas pocas personas justas (Génesis 18:16-33). Solamente Lot (el sobrino de Abraham) y su familia fueron dignos de ser perdonados, y solo por su relación con el justo Abraham.
Los habitantes de Sodoma eran orgullosos y acaudalados. Contaban con abundante comida y se abandonaban al ocio, pero no se preocupaban por los necesitados. Se habían sumido en una abominación cada vez mayor, que llevó a Dios a destruirlos (Ezequiel 16:49-50).
La historia de aquella destrucción se registra en Génesis 19, y el prólogo que describe la depravación de la ciudad es bastante impactante. Dos ángeles con forma humana llegan a la ciudad para rescatar a Lot y a su familia de la hecatombe que se avecina. Lot les ofrece un lugar seguro para pernoctar en su casa, pero la historia rápidamente da un giro siniestro, ya que los hombres de la ciudad rodean la casa para violar a los visitantes (versículos 4 y 5).
Lot les suplica: “Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad” (v. 7). Lot incluso ofrece a la turba sus dos hijas a cambio, pero lo amenazan y casi derriban su puerta antes de que los ángeles lo rescaten encegueciendo a la muchedumbre (versículos 8-11).
El término sodomía pasó a formar parte de la lengua castellana a raíz de este relato. Aunque la sodomía estuvo prohibida en la mayoría de los países durante muchos siglos, ahora ha sido aprobada y ampliamente aceptada, y los que todavía la consideran pecaminosa son condenados y denunciados como intolerantes retrógrados.
Destrucción ardiente desde el cielo
Pero la historia no termina ahí. Los ángeles mensajeros le dicen a Lot que reúna a su familia y huya: “Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto . . . Por tanto, el Eterno nos ha enviado para destruirlo” (v. 13).
Lot suplica a sus yernos, diciéndoles: “Levantaos, salid de este lugar, porque el Eterno va a destruir esta ciudad” (v. 14). Pero ellos se lo toman a broma y se niegan a hacer caso. Después de todo, Sodoma era una ciudad grande y próspera; no había nada de qué preocuparse, ¿verdad?
Al amanecer, los ángeles instan a Lot a que se dé prisa y saque a su mujer e hijas de la ciudad. Pero como él titubea, lo agarran de la mano, y también a su esposa y a sus dos hijas, y los sacan de la ciudad literalmente a la fuerza. Allí uno de los ángeles les dice: “¡Corran y salven sus vidas! ¡No miren hacia atrás ni se detengan en ningún lugar del valle! ¡Escapen a las montañas, o serán destruidos!” (v. 17, Nueva Traducción Viviente).
Una vez que llegan a la remota ciudad de Zoar, se desata el infierno.
“Entonces el Eterno hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte del Eterno desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra” (vv. 24-25). Las ciudades, pueblos y aldeas cercanos, sus habitantes, e incluso los cultivos y árboles, fueron arrasados.
Abraham, lejos de la zona de peligro pero lo suficientemente cerca como para darse cuenta de que se había producido una catástrofe, “miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura miró; y vio, y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno” (v. 28).
La zona, que anteriormente había sido tan exuberante y verde como para ser comparada con el huerto de Edén y el fértil Egipto (Génesis 13:10), era ahora un desolado panorama ardiente y humeante. Sodoma, Gomorra y las aldeas y pueblos de los alrededores habían desaparecido, reducidos a escombros y cenizas por la explosión de fuego.
La teoría de un estallido cósmico
¿Existe acaso alguna correlación entre lo que los científicos han descubierto recientemente y los pasajes bíblicos que acabamos de leer?
El 20 de septiembre de 2021, el Dr. Phillip Silvia, director de análisis científico del Proyecto de Excavación de Tall el-Hammam, anunció la publicación del artículo anteriormente mencionado en Nature Scientific Reports, titulado “A Tunguska Sized Airburst Destroyed Tall el-Hammam, a Middle Bronze Age City in the Jordan Valley Near the Dead Sea” (Una explosión tan grande como la del Tugunska [río ruso en el cual ocurrió una gran explosión en 1908] destruyó Tall el-Hamman, ciudad de la Edad del Bronce Media en el valle del Jordán, cerca del mar Muerto).
Aquí él proporciona detallada evidencia forense de un estallido cósmico que ellos datan en torno al año 1650 a. C. y que arrasó Tall el-Hammam, que por siglos fuera la ciudad más grande de la zona del mar Muerto.
El Dr. Steven Collins, director de las excavaciones de Tall el-Hammam, ha propuesto desde hace mucho tiempo este lugar como el emplazamiento más probable de la antigua ciudad bíblica de Sodoma. Si nos basamos en las numerosas pistas geográficas del Génesis, este sería el lugar correcto.
A lo largo de los años de excavación en el yacimiento, el equipo ha documentado una enorme capa de destrucción de 1.5 metros de grosor bajo la superficie del túmulo de 800 metros de longitud, repleto de artefactos. Este tipo de capas son bastante comunes en los yacimientos antiguos y suelen indicar ya sea una quema deliberada a causa de una conquista militar, o una quema accidental como consecuencia de la negligencia humana o de fenómenos naturales como los terremotos. Por lo general, la causa es bastante fácil de identificar debido a las pruebas de destrucción asociadas. Pero, ¿qué provocó aquí una destrucción tan extensa?
Análisis del Comet Research Group
En 2014, el Comet Research Group (Grupo de investigación de cometas, CRG por sus siglas en inglés), una corporación sin fines de lucro con sede en Arizona (EE. UU.), fue invitado a colaborar en el análisis de las pruebas materiales del interior de la capa de destrucción. El CRG es autor de decenas de artículos que documentan las catástrofes cósmicas que impactan a nuestro planeta.
El Comet Research Group no es un grupo religioso, sino que está compuesto de científicos especializados en cometas. El sitio web del grupo dice: “¿Cree que nuestro último ataque espacial fue hace 65 millones de años a causa del asteroide ‘asesino de dinosaurios’? Piénselo de nuevo. Los cometas asesinos son más comunes de lo que le han enseñado. En el CRG, nuestra misión es demostrarlo y hacer algo al respecto antes de que su ciudad sea la siguiente”.
La historia arqueológica de Tall el-Hammam estaba bien definida tras 15 temporadas de excavación, pero se necesitaba un conjunto muy diferente de habilidades para investigar adecuadamente la capa de destrucción. El CRG tenía la capacidad técnica y forense para determinar si las pruebas de campo apoyaban la descripción bíblica.
Asombrosamente, el relato bíblico de la destrucción desde el cielo resultó estar respaldado por numerosos vestigios geoquímicos y materiales enterrados bajo la superficie del suelo.
Algo había derribado los más de 12 metros superiores de la estructura del palacio, de cuatro a cinco pisos, y había hecho estallar los enormes muros defensivos de la ciudad, de cuatro metros de espesor y hechos de barro. Los escasos restos óseos mostraban “fragmentación” y “desarticulación extrema”, lo que significa que los cuerpos habían sido desgarrados violentamente.
Una de las capas de destrucción, rica en carbono y ceniza, contenía concentraciones de cuarzo chocado [comúnmente encontrado en cráteres impactados], cerámica fundida, ladrillos de barro, carbono similar al diamante, hollín, esférulas ricas en hierro y silicio, y esférulas de yeso fundido. También se encontraron restos de platino fundido, iridio, níquel, oro, plata, circón, cromita y cuarzo.
Los experimentos de calentamiento indican que las temperaturas deben haber superado instantáneamente los 3600 °F (casi 2000 °C). ¿Qué tan caliente es esto? ¡Lo suficiente como para convertir un camión en un charco de hierro fundido!
El Dr. Allen West, del CRG, dice sobre los hallazgos: “Entre las pruebas más técnicas, descubrimos huesos humanos que habían sido salpicados por el vidrio fundido del suceso. El vidrio es indistinguible del que se ha encontrado en la zona cero después de una explosión atómica. Estas personas murieron por el calor y la presión de una explosión similar a la atómica, pero sin la radiación” (énfasis nuestro en todo este artículo).
Reducción de las posibilidades
El Dr. Silvia ha presentado 14 líneas de evidencia que apoyan la teoría de que en este sitio se hallaba la antigua ciudad de Sodoma.
Los principales hallazgos del estudio científico realizado en Tall el-Hammam se documentan en el registro de investigación, junto con gráficos, tablas, ecuaciones y análisis que demuestran por qué este sitio podría ser perfectamente el lugar en el cual fue destruida la antigua Sodoma. Algunos de los principales hallazgos son:
• Evidencia de la quema de la ciudad a altas temperaturas.
• Materiales de construcción fundidos.
• Minerales y materiales sometidos a presiones y temperaturas extremadamente altas.
• Fragmentos de huesos humanos en la capa de destrucción.
• Alto contenido salino del suelo debido a la destrucción, y sus repercusiones para la agricultura de la región.
• Destrucción e incendio de la cercana Jericó al mismo tiempo.
• Posibles causas de la destrucción de la ciudad.
Los científicos analizaron 10 formas en las que esta ciudad podría haber sido destruida, incluyendo guerras, incendios accidentales, terremotos, erupción volcánica y rayos. Algunas de las pruebas encajan con algunas de las posibilidades. Pero todas las pruebas parecen encajar en una sola opción: un estallido cósmico, es decir, la explosión de un cometa o meteorito cercano que arrasó la ciudad y sus alrededores.
El grupo llegó a la conclusión de que los acontecimientos de destrucción más parecidos de la historia moderna fueron la primera prueba de la bomba atómica en 1945 en Nuevo México, como parte del Proyecto Manhattan de la Segunda Guerra Mundial (con una potencia explosiva de 21 000 toneladas de TNT), y el estallido cósmico de Tunguska en 1908, que arrasó 1335 kilómetros cuadrados de bosque siberiano con una fuerza explosiva similar.
Se cree que la explosión que destruyó la ciudad de Tall el-Hammam fue un cometa o meteorito de categoría Tunguska que estalló cerca del extremo norte del mar Muerto, a pocos kilómetros al suroeste del lugar.
Este acontecimiento fue tan destructivo, que en todo el valle del bajo Jordán otras 15 ciudades y más de 100 aldeas más pequeñas fueron abandonadas simultáneamente en ese momento y permanecieron en gran medida deshabitadas durante aproximadamente 300 a 600 años, lo que indica que se produjo un acontecimiento catastrófico poco frecuente y muy insólito.
Las pruebas de la destrucción no son de este mundo
Como se ha señalado anteriormente, más de 20 científicos e investigadores de muchos campos contribuyeron al importante documento que analiza la destrucción de la gran y próspera ciudad del yacimiento de Tall el-Hammam hace casi 4000 años. ¿Qué aprendieron? Algunas cosas son muy técnicas, pero las resumiremos.
Citando el documento de investigación, “Una de las primeras pistas cruciales en esta investigación fue el descubrimiento de fragmentos de cerámica llenos de cavidades en la matriz de los escombros, que parecían haberse fundido a altas temperaturas, pero sin pruebas claras de un mecanismo de formación” (pp. 56-57).
Traducción: Encontraron cerámica de arcilla rota, común en estos sitios antiguos, pero esta cerámica había sido sometida a temperaturas tan altas que se había derretido y formado burbujas, sin evidencia clara de lo que podría haber producido tales temperaturas extremadamente altas.
Continúa el artículo: “Este primer descubrimiento dio lugar a algunas observaciones generales sobre la singularidad de los restos de la capa de destrucción, por ejemplo, sus características inusuales de alta temperatura y su consistente orientación suroeste–noreste. Los excavadores del yacimiento especularon que la causa de la destrucción podría haber sido un estallido o impacto cósmico, pero no pudieron eliminar otros posibles mecanismos, incluidos los relacionados con la guerra, los volcanes y los terremotos”.
Traducción: Los restos de la capa de destrucción eran inusuales no solo por haber sido sometidos a temperaturas extremadamente altas, sino también porque fueron arrojados hacia abajo en una dirección específica: de suroeste a noreste, lo que indica que la fuerza destructiva se originó en el aire al suroeste de la ciudad (cerca del extremo norte del mar Muerto).
“Analizamos 14 líneas principales de evidencia para investigar este evento inusual: (i) granos de cuarzo chocado que se formaron a presiones de ~ 5-10 GPa; (ii) cerámica vesicular que se fundió a > 1500 °C; (iii) ladrillos de barro y arcilla para techos que se fundieron a > 1400 °C; (iv) altas concentraciones de sal en los sedimentos, incluyendo KCl [cloruro de potasio] y NaCl [cloruro de sodio] fundidos e incorporados a los ladrillos de barro fundido; (v) carbono similar al diamante (diamonoides) que se formó a alta presión y temperatura; (vi) hollín, carbón y cenizas, que indican incendios a alta temperatura; (vii) esférulas ricas en Fe- [hierro] y Si- [silicio], algunas de las cuales se fundieron a > 1590 °C; (viii) platino, fundido a ~ 1768 °C; (ix) iridio a ~ 2466 °C; (x) circón a > 1687 °C; (xi) cromita a > 1590 °C; (xii) titanomagnetita a > 1550 °C; (xiii) cuarzo a 1713 °C; y (xiv) bajo magnetismo remanente, un contraindicador de rayos”. (Nota: el símbolo ~ significa “aproximadamente”).
Traducción: Examinaron 14 líneas de evidencia de la destrucción de la ciudad, incluyendo granos de cuarzo y carbón que habían sido sometidos a un calor y presión tan inmensos que su estructura microscópica se había deformado y transformado en algo completamente diferente; hollín y cenizas que resultaron de incendios de alta temperatura; cerámica y materiales de construcción que se habían fundido a temperaturas de más de 1482 °C; un contenido inexplicablemente alto de sal en el suelo; y pequeñas esferas de elementos y minerales raros que se habían fundido a temperaturas de 1537 a 1704 °C (muy por encima de la temperatura de fusión del hierro y el acero).
“Consideramos y descartamos 8 de los 10 procesos potenciales . . . incluyendo la erupción volcánica, la guerra y los terremotos, que pueden explicar al menos algunas pero no todas las evidencias. Llegamos a la conclusión de que el único mecanismo de formación plausible que puede explicar toda la gama de pruebas . . . es un impacto formador de cráteres o un estallido cósmico, muy probablemente algo mayor que el estallido de 22 megatones en Tunguska, Siberia, en 1908”. Traducción: Consideraron 10 escenarios diferentes para explicar la evidencia de destrucción en el sitio y eliminaron todos menos dos. Las dos únicas posibilidades que quedaban para explicar las pruebas eran un cometa o un meteorito que se hubiera estrellado contra el suelo o hubiera explotado en el aire en las cercanías.
“Los datos también sugieren que se produjo un estallido de aire a unos pocos kilómetros al suroeste de Tall el-Hammam que causó, en rápida sucesión, un pulso térmico de alta temperatura procedente de la bola de fuego que derritió los materiales expuestos, incluyendo arcilla para techos, ladrillos de barro y cerámica. A esto le siguió una onda expansiva de alta temperatura e hipervelocidad que demolió y pulverizó los muros de ladrillos de barro en toda la ciudad, nivelándola y causando una gran mortandad”.
Traducción: La evidencia indica que un cometa o meteorito explotó en el aire cerca del extremo norte del mar Muerto, al suroeste de la ciudad, generando una ola de calor de miles de grados centígrados que derritió los ladrillos de barro (el principal material de construcción de la ciudad), el material de arcilla para los tejados y la cerámica. Una onda de presión secundaria, de alta temperatura y velocidad, pulverizó y arrasó la ciudad matando a todos sus habitantes.
“Además, el contenido anómalo de sal en la matriz de los escombros es consistente con una detonación aérea sobre sedimentos de alta salinidad cerca del río Jordán o sobre el hipersalino mar Muerto. Este suceso, a su vez, distribuyó la sal por toda la región, limitando gravemente el desarrollo agrícola regional durante los siguientes 600 años”.
Traducción: El contenido anormalmente alto de sal en la capa de destrucción y en toda la zona en kilómetros a la redonda, llevó a los investigadores a la conclusión de que una explosión aérea vaporizó un gran volumen de agua con alto contenido de sal del mar Muerto. Esa sal, junto con otros minerales del mar Muerto, se asentó posteriormente sobre el suelo en una concentración tan elevada, que el cultivo, y por tanto la habitación humana, fueron casi imposibles durante los siglos siguientes.
Un mensaje de advertencia y arrepentimiento
Con todo lo que se ha descubierto en este lugar, y con todo lo que se ha documentado respecto a su destrucción, ¿qué tal si esta zona verdaderamente albergaba a las antiguas Sodoma, Gomorra y los pueblos aledaños? ¿Qué pasaría si se ha encontrado Sodoma?
Pero hay una pregunta aún más importante: ¿Y si nuestro mundo está volviendo a Sodoma? ¿Cuáles son las lecciones para nosotros hoy?
La revista Las Buenas Noticias existe para proclamar al mundo las buenas nuevas del Reino de Dios venidero (Mateo 28:19-20; 24:14). Se nos ha ordenado predicar el evangelio al mundo, incluidos los descendientes modernos del antiguo Israel. Esto comprende los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda. (La mayoría de la gente supone que los israelitas de hoy en día son solo el pueblo judío y los habitantes de la pequeña nación de Israel en el Medio Oriente, pero ese no es el caso. Lea nuestra reveladora guía de estudio Los Estados Unidos y Gran Bretaña en la profecía bíblica para aprender más).
¿Qué pasará si no escuchan ni se arrepienten? ¿Si hacen caso omiso?
Fíjese en la comisión que Jesucristo dio a sus apóstoles en Mateo 10: “Jesús envió a los doce apóstoles con las siguientes instrucciones: No vayan a los gentiles ni a los samaritanos, sino solo al pueblo de Israel, las ovejas perdidas de Dios . . . Si cualquier casa o ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el polvo de los pies al salir. Les digo la verdad, el día del juicio les irá mejor a las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra que a esa ciudad” (vv. 5-6, 14-15, Nueva Traducción Viviente).
Muchos historiadores y científicos no religiosos cuestionan cualquier declaración acerca de la existencia literal de Sodoma e insisten en que la historia bíblica es un mito, a pesar de las numerosas pistas geográficas que contiene la Biblia. Y muchos seguirán negándolo aun frente a la aparición de nuevas pruebas.
Incluso muchos de los que se autodenominan cristianos dudan de las historias de juicio divino como la de Sodoma. Pero si Sodoma no fuera más que un mito, ¿por qué lo hubiera utilizado el propio Jesús como advertencia?
Sodoma es mencionada nueve veces en el Nuevo Testamento, la mayoría de ellas por el propio Jesús. ¿Por qué hablaría él de un lugar que nunca existió y que nunca fue destruido sobrenaturalmente? No tiene sentido. Tenemos que concluir que Sodoma fue un lugar real, en un tiempo real, con pecados reales.
Y como vemos en Mateo 10, ¿por qué se pone el ejemplo de Sodoma junto a la proclamación de las buenas nuevas del Reino de Dios?
La respuesta es sencilla: un componente clave de ese mensaje es el arrepentimiento: cambiar quiénes somos y qué somos para poder formar parte de ese reino. Fíjese cómo resume Marcos el mensaje de Jesucristo en Marcos 1:14-15: “. . . Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del Reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio”.
No podemos separar estos dos elementos del mensaje que trajo Jesucristo. Él es el Rey del reino, un reino que él establecerá sobre toda la Tierra cuando regrese (ver nuestra guía de estudio gratuita El Evangelio del Reino de Dios). Pero para que podamos formar parte de ese reino, se nos dice en Hechos de los Apóstoles 3:19: “. . . arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados”.
Un mundo que vuelve a Sodoma
Las ruinas de Sodoma son una dura advertencia para la gente de nuestro mundo actual, un aleccionador recordatorio de las consecuencias del pecado.
¿Cree que Dios está satisfecho con nuestro mundo? ¿Qué debe pensar él de las naciones modernas de habla inglesa, cuyos antepasados distribuyeron ampliamente la Biblia al mundo y basaron sus sociedades, leyes y cultura en ella?
¿Qué pensará él de los millones de bebés que estas mismas naciones han asesinado en el vientre materno? ¿Qué pensará de nuestra revolución sexual o de las confusas versiones y redefiniciones de género más allá del hombre y la mujer que él creó? (Génesis 1:27; 5:2; Mateo 19:4; Marcos 10:6). ¿Qué opinará de nuestros matrimonios rotos, la alta criminalidad, las drogas, las ciudades destrozadas, los asesinatos y el respeto cada vez menor a las leyes y al valor de la vida?
¿Estamos volviendo a Sodoma? ¿Hemos vuelto ya a Sodoma? Observe el estado del mundo que lo rodea. Estamos en el umbral mismo del juicio divino sobre este mundo. Fíjese en lo que le dijo Jesucristo a la gente de su tiempo que presenció sus milagros y escuchó su mensaje, pero se negó a arrepentirse y a cambiar de vida: “Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo [en su arrogancia], hasta el Hades [la tumba] serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti” (Mateo 11:23-24).
Esto también debiera servir como una urgente advertencia para nuestra generación de los tiempos del fin. Hoy estamos peor que la antigua Sodoma, ¡y deberíamos saberlo! La destrucción de Sodoma fue un ejemplo del que todos debiéramos aprender. (Véase “¿Estamos volviendo a Sodoma?”, comenzando en la página 11).
Judas, el medio hermano de Jesucristo, nos advierte de manera similar: “Asimismo no se olviden de Sodoma y Gomorra ni de las ciudades vecinas, las cuales estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual. Esas ciudades fueron destruidas por el fuego y sirven como advertencia del fuego eterno del juicio de Dios” (Judas 7, NTV).
La Palabra de Dios afirma sin ambages que una destrucción devastadora está llegando a nuestro mundo. Lea las palabras del mismo Jesucristo en Mateo 24 y su revelación al apóstol Juan en el libro del Apocalipsis, capítulos 6, 8-9 y 12-18. Algunas de las plagas que según la profecía afectarán a nuestro planeta serán como la destrucción de Sodoma, pero multiplicada muchas veces.
El patrón de Dios, repetido a menudo en la Biblia, es brindar palabras de advertencia antes de enviar destrucción. Sería algo muy propio de Dios entregar poderosos testigos de la verdad y exactitud de su Palabra como testimonio final al mundo antes de que su juicio se lleve a cabo.
¿Es Tall el-Hammam el sitio original de la antigua Sodoma? Por ahora, las investigaciones y excavaciones continúan y más evidencia saldrá a la luz. En cualquier caso, el mensaje de Sodoma es un llamado al arrepentimiento, que es también nuestro mensaje. Ninguno de nosotros debe quedar atrapado en un mundo que cada día se parece más a Sodoma. La destrucción espera a quienes no se arrepientan.
¿Permitirá usted que esto afecte su mente, sus pensamientos y su vida? ¿Está procurando vivir de acuerdo a cada palabra de Dios (Mateo 4:4), o es Dios y su Palabra una verdad incómoda que prefiere ignorar?
¿Alguien escuchará? ¿Escuchará usted? ¿Y si Sodoma ha sido encontrada de verdad? ¿Escuchará el mundo la Palabra de Dios? ¿Hará caso usted? ¡Oramos para que así sea! BN