CRISTO habla de las casas de su PADRE, a las cuales nos llevará cuando venga en el Arrebatamiento para tomarnos a sí mismo; pero también habló del lugar de tormento, donde todo es oscuridad, donde el fuego nunca se apaga y los gusanos de ellos nunca mueren.
Es mejor sacrificar los apetitos de la carne y las cosas de este mundo por una bendecida eternidad al lado del SEÑOR.
¡AY SANTO, arrepintamonos de corazón y busquemos de corazón a YESHUA HA' MASIAJ!
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