jueves, 2 de marzo de 2023

LOS TIEMPOS PELIGROSÍSIMOS DEL FIN / HAMBRES, PESTES, TERREMOTOS, todo en plural...

LIBRO DEL PROFETA AMÓS, CAPÍTULO 3
6 ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? 
7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas
8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? 

Carlos Morán, siervo del ADON con don profético...

 


Infecciones por el virus 
del Ébola y el virus de Marburgo
Por Thomas M. Yuill , PhD, University of Wisconsin-Madison

Las infecciones por el virus de Marburgo y el virus del Ébola causan hemorragia y disfunción orgánica. Estas infecciones a menudo son mortales.
Muchas infecciones por el virus de Marburg y el virus del Ébola se transmiten mediante la manipulación de animales vivos o muertos o por el contacto con la piel o los fluidos corporales de una persona infectada que tenga síntomas o que haya fallecido.
Los síntomas empiezan con fiebre, dolores musculares y corporales, cefalea, tos y dolor de garganta, seguidos por vómitos y diarrea, así como hemorragia por la boca o la nariz o en órganos internos.
Para confirmar el diagnóstico, los médicos realizan análisis de sangre y de orina.
Para evitar la propagación de la infección es necesario el aislamiento estricto y la toma de precauciones sanitarias (así como el uso de ropa de protección por parte de los profesionales de la salud).
El tratamiento incluye la administración de líquidos por vena y otras medidas para mantener las funciones corporales.
Las infecciones por el virus de Marburgo y el virus del Ébola son fiebres hemorrágicas, caracterizadas por la hemorragia. Están causados por virus llamados filovirus. (Otros virus pueden causar otras fiebres hemorrágicas).
Los brotes de infecciones por el virus del Ébola y el virus de Marburgo comenzaron en África central y occidental, probablemente porque son infecciones frecuentes entre los animales salvajes de aquellas regiones. Estos brotes son muy poco frecuentes y en el pasado no se habían extendido demasiado porque por lo general tenían lugar en zonas rurales aisladas. Sin embargo, los viajeros procedentes de esas zonas a veces transportan la infección a las zonas cercanas o, en raras ocasiones, fuera de África.
En diciembre de 2013 comenzó un importante brote de virus del Ébola en Guinea rural (África occidental), que luego se extendió a las regiones urbanas densamente pobladas de Guinea y de las vecinas Liberia y Sierra Leona. Se reconoció por primera vez en marzo de 2014. Los brotes de Ébola han afectado a miles de personas y cerca del 59% de las personas infectadas han muerto. Un número muy pequeño de los viajeros infectados (incluidos los profesionales de la salud que regresaban a sus hogares) han propagado el virus del Ébola a Europa y América del Norte. Algunos profesionales de la salud que ayudaron a tratar a las personas infectadas en Europa y América del Norte también contrajeron la infección. Sierra Leona, Guinea y Liberia fueron declarados países sin Ébola en 2016.
También tuvo lugar un brote de Ébola en 2017 en la República Democrática del Congo, si bien fue contenido rápidamente. En mayo de 2018 se confirmó otro brote que finalizó en junio de 2020 con la ayuda de vacunas. Desde entonces se han producido pequeños brotes en Kivu del Norte y Guinea.

Transmisión del virus del Ébola y del virus de Marburgo
Los virus del Ébola y de Marburgo son altamente contagiosos.
Estos virus normalmente infectan animales y sólo ocasionalmente se transmiten a las personas. Como la fuente animal original todavía no ha sido identificada con exactitud, los médicos no están seguros de cómo se produce la transmisión de la infección a la primera persona durante un brote. No obstante, los expertos creen que la primera persona se infecta al manipular o al comerse un animal infectado, como un murciélago de la fruta o un primate (un simio o un mono). Las infecciones por el virus de Marburg se han producido en personas expuestas a murciélagos (por ejemplo, en minas o cuevas).
Una vez que una persona ha sido infectada, la infección se puede contagiar de persona a persona cuando se establece un contacto directo mediante los fluidos de la piel o del cuerpo (saliva, sangre, vómito, orina, heces, sudor, leche materna o semen) de una persona infectada. Las pruebas indican que las personas no pueden transmitir la infección antes de haber desarrollado síntomas. Sin embargo, la infección se transmite a menudo por los fluidos corporales de los cadáveres, sobre todo a las personas que los transportan y preparan para el entierro, aunque incluso el solo hecho de tocar un cadáver puede propagar la infección.
No se cree que el Ébola se transmita a través del aire (por ejemplo, en las gotitas dispersadas cuando las personas tosen o estornudan). Si este tipo de transmisión tiene efectivamente lugar, es probable que sea muy poco frecuente.
En algunas personas que se recuperan, el virus Ebola es finalmente eliminado por completo de su sistema corporal, de modo que ya no son contagiosas. En otras personas, el virus permanece durante un tiempo en zonas del cuerpo que están protegidas de los ataques por parte del sistema inmunológico (como los ojos o el semen). El material genético del virus del Ébola puede permanecer en el semen durante un año o más después de que los hombres ya no presenten síntomas.
El virus de Marburgo puede permanecer en el semen durante un máximo de 7 semanas después de que los hombres ya no presenten síntomas.

Síntomas de la infección por el virus del Ébola y el virus de Marburg
Las personas afectadas desarrollan los primeros síntomas entre 2 y 20 días después de la exposición al virus. Al principio, los síntomas suelen parecerse a los de otras infecciones víricas menos graves. La persona afectada tiene dolores musculares, dolor de cabeza, dolor de garganta y tos. También se muestra sensible a la luz y el blanco de los ojos (la esclerótica) puede ponerse rojo.

En unos pocos días aparecen síntomas más graves, como los siguientes:
Dolor abdominal
Piel amarilla (ictericia)
Vómitos intensos y diarrea
Propensión hemorrágica
Confusión, delirio y coma
El vómito y la diarrea causan deshidratación, que, si no se trata, lleva a presión arterial baja (choque), arritmias y muerte.
La hemorragia comienza a los pocos días. La hemorragia bajo la piel puede aparecer como puntitos violáceos o manchas (moratones), y las encías, la nariz, el recto o los órganos internos pueden sangrar, como si fueran pinchazos (como si de una extracción de sangre o de la aplicación de una vía intravenosa se tratara). Al cabo de unos 5 días, aparece una erupción, sobre todo en el tronco.
Durante la segunda semana de los síntomas, la fiebre se interrumpe y la persona comienza a recuperarse o bien se produce una disfunción de sus órganos (llamada insuficiencia orgánica). Del 25 al 90% de las personas infectadas mueren, dependiendo en gran medida del nivel de atención médica disponible. En comparación con la infección por el virus de Marburgo, la infección por el virus del Ébola tiene peor pronóstico, con una tasa de mortalidad media del 59%. La recuperación lleva mucho tiempo.

Diagnostico de infecciones por el virus del Ébola y el virus de Marburg
Análisis de sangre y orina
La identificación del virus del Ébola en las personas que han sido infectadas recientemente (unos pocos días) es difícil porque los síntomas iniciales, como la fiebre, pueden estar causados por infecciones más frecuentes. Sin embargo, si las personas con estos síntomas viven o han viajado a zonas donde se está produciendo el Ébola, los médicos sospechan la enfermedad. Los Centros para el control y prevención de enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC, por sus siglas en inglés) disponen de protocolos destinados a los profesionales de la salud para permitirles evaluar a los viajeros procedentes de dichas zonas.
Si los médicos sospechan infección por virus del Ébola, toman muestras de sangre y orina de la persona afectada y los analizan para confirmar la infección.
Si se sospecha de infección por el virus de Marburgo se puede realizar un enfoque similar.
Si se diagnostica una infección por el virus del Ébola o de Marburgo se informa a los funcionarios de salud pública.

Prevención de las infecciones por el virus del Ébola y el virus de Marburg
Se han desarrollado diversas vacunas y fármacos antivíricos. En diciembre de 2019, la Food and Drug Administration estadounidense (Agencia estadounidense para alimentos y medicamentos) aprobó el uso para personas mayores de 18 años de una vacuna contra el Ébola que se empleó a pequeña escala en África occidental desde 2016 durante diversos brotes. En la República Democrática del Congo (RDC) se emplean habitualmente dos vacunas contra el Ébola.
Es necesario un aislamiento estricto para evitar una mayor propagación. El hecho de aislar a las personas con síntomas de una posible infección por virus del Ébola o de Marburgo en instalaciones utilizadas únicamente para tal fin puede ayudar a controlar la propagación. En estas instalaciones se pueden manejar con seguridad los fluidos corporales infectados. Las personas que han estado en contacto con personas infectadas deben ser vacunadas.
Los miembros del personal que atienden a personas con Ébola deben estar completamente cubiertos con ropa de protección, incluyendo cascos equipados con un respirador. A pesar de que no se cree que las infecciones se transmitan por el aire, se toman precauciones contra esa posibilidad. Otros miembros del personal deben estar disponibles para ayudar a quitarse la ropa de protección a sus compañeros.
Es esencial limpiar y desinfectar minuciosamente las superficies y equipamentos que puedan estar contaminados, así como asegurarse de que los fluidos corporales (como la sangre, el sudor, los vómitos, las heces y la orina) son manejados con seguridad.

A las personas que han viajado o están en una zona afectada por un brote de Ébola, se les recomienda lo siguiente:
  • El uso de una buena higiene, como lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol, así como evitar el contacto con sangre y fluidos corporales de otras personas
  • No manipular objetos que puedan haber estado en contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada (tales como ropa, ropa de cama, agujas y equipos médicos)
  • No participar en rituales funerarios que requieran la manipulación del cadáver de una persona que ha fallecido por el virus del Ébola
  • Evitar el contacto con murciélagos y primates (como simios y monos) y no comer carne cruda o poco cocinada procedente de estos animales
  • Evitar el acceso a las instalaciones de África Occidental donde son tratados los pacientes con virus del Ébola
  • Después de regresar, hacer un seguimiento de la salud durante 21 días y buscar atención médica inmediatamente si se presentan síntomas que sugieren una infección por el virus del Ébola
  • Aunque no se tiene noticia de que se hayan transmitido infecciones durante el coito o la lactancia materna, el número de casos estudiado ha sido bajo. Por lo tanto, no existen pautas firmes sobre el periodo de tiempo durante el cual una persona debe abstenerse de mantener relaciones sexuales sin protección, amamantar o mantener un contacto personal estrecho. Sin embargo, por motivos de seguridad, los médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los hombres se abstengan de mantener relaciones sexuales durante al menos 7 semanas después de la recuperación. Si mantienen relaciones sexuales antes de las 7 semanas, deben usar preservativo.
Tratamiento de las infecciones por el virus del Ébola y el virus de Marburg
Tratamiento sintomático
Tratamiento con medicamentos antivíricos
El tratamiento sintomático consiste en
Administración de líquidos por vía intravenosa (IV) para mantener la presión arterial y el equilibrio de electrólitos (tales como sodio, potasio y calcio)
Transfusión de factores de coagulación para ayudar a retrasar o detener la hemorragia
Tratamiento de los síntomas, incluyendo la administración de calmantes para el dolor
Actualmente, se dispone de dos tratamientos con anticuerpos monoclonales (denominados REGN-EB3 y mAb-114) para tratar la infección por el virus del Ébola causada por el virus del Ébola de Zaire. Ambos tratamientos se probaron durante el brote de Ébola que tuvo lugar entre 2018 y 2020 en la República Democrática del Congo y fueron muy efectivos, ya que curaron alrededor del 90% de las personas cuando el medicamento se administró durante los primeros días posteriores a la infección.
Estos nuevos medicamentos no han sido probados en personas con infección por el virus de Marburg, por lo que todavía no existe un tratamiento efectivo para la infección por dicho virus.

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