INVESTIGACIÓN
¿Está Caracas preparada
para afrontar un terremoto?
Publicado hace 4 años, el 27 diciembre de 2018
Por El Cooperante
Caracas.- El 29 de julio de
1967, Caracas sufrió una de las catástrofes más devastadoras registradas en el
pasado siglo, y es que en esa fatídica fecha, un terremoto de magnitud 6,5
en la escala de Richter, azotó a la ciudad y dejó alrededor de 280 fallecidos y
dos mil heridos, además de un panorama devastador, con
infraestructuras de varios metros de altura totalmente derrumbadas.
En 35 segundos, este movimiento telúrico destruyó gran parte de la
infraestructura de Altamira, Los Palos Grandes, y el
Litoral Central.
De acuerdo con el reporte de la Fundación
Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), se explicó
que: "la magnitud del terremoto
no respetó poderosas estructuras que, hasta ese momento, habían sido
consideradas como indestructibles, tal como los bloques de El Silencio, que
resultaron algunos con resquebrajamientos y caída de frisos, principalmente en
las plantas bajas".
Asimismo, "solamente en La Pastora, más de 200 casas resultaron
destruidas parcialmente, y en la mayoría de ellas se desplomaron las cornisas,
quedando en medio de la calle y en las aceras gran cantidad de ladrillos y demás
materiales de construcción".
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Mansión Charaima, muy afectada por el terremoto |
Mientras, en Caraballeda, "hubo ruina parcial
de estructuras altas, colapso en edificaciones de dos niveles y daños en
casas unifamiliares"; los terrenos en el sur del Lago
de Valencia acusaron gran inestabilidad y sufrieron deslizamientos en
dirección norte, sumergiéndose en la laguna, al igual que en la Cordillera de
La Costa, así como en las carreteras hacia el Junquito, La Colonia Tovar y
Naiguatá.
Según Funvisis, "los daños materiales, en general, fueron incalculables, pero
pueden estimarse en decenas de millones de bolívares", y es
que, "fueron muchos los edificios de gran estructura que
experimentaron los efectos del terremoto". ¿Aguantaría Caracas hoy día un terremoto así?
A +50 años de este devastador fenómeno natural, ¿estaría hoy Caracas
infraestructuralmente preparada para soportar un terremoto de magnitud similar o superior?
Primero, hay que aclarar que Venezuela es un país situado geográficamente en
una zona de importante actividad sísmica. De acuerdo con datos aportados por
Funvisis, "en la
actualidad, aproximadamente un 80% de la población vive en zonas de alta
amenaza sísmica, variable que aumenta el nivel de riesgo, haciéndolo cada vez
mayor a medida que se eleva el índice demográfico y las inversiones en
infraestructura".
Son los eventos sísmicos, los que representan uno de los mayores
riesgos potenciales en Venezuela, en cuanto a pérdidas humanas y económicas se
refiere. Para Cristian Fuentes, periodista y bombero especializado
en Reducción de Riesgos y Desastres de la Universidad de Kobe, en Japón, si un
terremoto llegara a generarse en Caracas, la devastación sería dramática, tanto
social como estructuralmente.
Catástrofe
total
El
problema, según Fuentes, radicaría principalmente en las estructuras
de servicio público, más que en las individualizadas. Autopistas,
sistema de cableado de telecomunicación y electricidad subterráneos, y
carreteras, serían las más afectadas por un terremoto, puesto que, "si el cableado se parte,
no se puede determinar en donde hubo la falla, sino que se debe hacer un
trabajo de reconstrucción completo". Es por esta
razón, inquiere, que los servicios de telecomunicaciones deben ser aéreos, para
que puedan ser repuestos rápidamente en caso de una catástrofe natural o de
cualquier otro tipo.Asimismo, "los acueductos, muchos, son improvisados",
lo que de acuerdo con Fuentes, aumenta el nivel freático o de aguas en los
terrenos y genera mayor inestabilidad de las viviendas, principalmente las que
están ubicadas en los cerros de la ciudad capital. Es decir, que en caso de un evento sísmico igual o similar al de 1967, habría un
gran colapso en estas zonas. Sumado a esto, el bombero y
especialista en Reducción de Riesgos y Desastres, apunta que los tanques cilíndricos, muy comunes ahora en las
residencias de los caraqueños por la escasez de agua, suponen un riesgo aún
mayor para los habitantes.
"Por lo general tienen
una capacidad de mil o dos mil litros, e incluso más, lo que representa un peso
equivalente en kilogramos. Es decir, que si en una casa hay un tanque de mil
litros, son mil kilos que, al no estar fijados en la pared, como pasa en muchos
casos, desequilibran la infraestructura del edificio o la casa y durante un
terremoto, empieza a desbordarse el agua lo que como consecuencia genera un
derrumbe", detalla.
En este sentido, Fuentes aclara
que el desastre sería aún mayor, si se toma en cuenta que los desagües están cerca de los acueductos, por lo que, al
romperse las tuberías, se contaminarían las aguas blancas y la ciudad quedaría, además de incomunicada, sin
servicios de agua potable. Pero
la catástrofe no termina ahí. En 2007, el Gobierno encabezado por Hugo
Chávez, impulsó el Proyecto de Gasificación Nacional, con el cual, se
beneficiaron con el suministro de gas directo, hasta 2010, a 11 mil
familias en Caracas.
En un escenario sísmico, este sería otro problema de gran envergadura. Fuentes explica que si en el momento de un
terremoto la central de gas no cesa el suministro inmediatamente, al
derrumbarse un edificio podría generarse una gran explosión y un posterior
incendio. Tal como sucedió en el Gran Terremoto de Hanshin, en 1995, donde
los mayores daños fueron por incendios generados por roturas de las tuberías de
gas y los chispazos de cables durante los derrumbes. "Los tiempos de restitución de todos estos servicios,
serían incalculables".
Una
sociedad sin cultura sísmica
Los daños generados por un potente terremoto, se incrementarían en
Venezuela, y es que según Fuentes, la sociedad venezolana no está educada con
respecto a este tema. "Aún
creen que se trata de un castigo de Dios y no de un fenómeno natural y
científico"