Mat.15.21. Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.
Mat.15.22. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Mat.15.23. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Mat.15.24. Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Mat.15.25. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Mat.15.26. Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Mat.15.27. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Mat.15.28. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Mat.15.22. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Mat.15.23. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Mat.15.24. Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Mat.15.25. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Mat.15.26. Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Mat.15.27. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Mat.15.28. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
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