-GLORIA A YaHWeH, DIOS DE LOS EJÉRCITOS. -Buscamos que las personas conozcan el AMOR DE YAHSHÚA, el temor del TODOPODEROSO ELOHIM, el SANTO de Israel. -Que sean conscientes de sus deberes y sus derechos. -El ser humano sin discernimiento espiritual ni conciencia -colectiva e individual- naufraga en medio de las mareas de los acontecimientos. -Les invitamos a ver nuestros vídeos en YouTube y seguirnos en Facebook, @aceciu7 en Twitter, en Instagram y en Pinterest -DIOS LES BENDIGA.
sábado, 14 de julio de 2012
TEORÍA DE CONSPIRACIÓN / 2012 La Gran Conspiración - Verídico!!!
Cada quien crea o no. Cada cual saque su análisis, su tesis, su antítesis y sus conclusiones y luego revise su decisión, pero de que hay factores de poder económico-financiero-político-tecnológico "cocinando" a fuego lento, pero sostenido el NEW WORLD ORDER (Nuevo Orden Mundial), los hay... y algunos cuantos "privilegiados" en los países más desarrollados y tecnificados, se preparan para algo "gordo" que ocurrirá en esta bolita del mundo...
... Y PARA QUIENES PIENSEN QUE ESTO ES SIMPLEMENTE "CIENCIA-FICCIÓN", aquí está el reporte replicado de una nota que apareció en la página de la Agencia de Noticias AP en 2008 y que -extrañamente- cuando usted va a buscarlo en la web de dicha agencia noticiosa, fue borrada de los archivos... (saque usted sus propias conclusiones)...
PORJESÚS DÍAZ
17 DE DICIEMBRE 2008 10:10
52 000 153Enorme agujero encontrado en el campo magnético de la Tierra, correr en pánico ahora
Themis de la NASA , una flotilla de satélites que estudian las perturbaciones geomagnéticas, han descubierto un gran agujero en el campo magnético de la Tierra, que nos protege contra las partículas solares, que pueden causar graves perturbaciones en las redes eléctricas, computadoras, y la comunicación.
Lo que observamos fue la brecha en el dique. Esto nos tomó totalmente por sorpresa. La apertura era enorme - cuatro veces más amplia que la propia Tierra-, este tipo de flujo es un orden de magnitud mayor que lo que pensábamos que era posible.
Eso es lo que Jimmy Raeder, físico de la Universidad de Nueva Hampshire, dice; pero no se preocupen queridos lectores, ya que, según Marit Oieroset, profesor de la Universidad de California en Berkeley, incluso mientras que "crecía bastante rápido" el único agujero se prolongó durante una hora. Durante ese tiempo, la cantidad de viento solar que entró en la superficie de la Tierra era veinte veces mayor de lo habitual.
La noticia aquí es que mientras que los científicos pensaban que la violación ocurrió cuando el solar de la Tierra y los campos magnéticos solares se encontraban en direcciones opuestas, los datos recogidos de Themis encontraron exactamente lo contrario. En otras palabras: estas personas realmente no tienen ni idea! MARCHA DE LOS REFUGIOS DE AHORA! [ AP ]
Nuevo Orden Mundial - El Pacto Secreto Completo
Cada quien crea o no. Cada cual saque su análisis, su tesis, su antítesis y sus conclusiones y luego revise su decisión, pero de que hay factores de poder económico-financiero-político-tecnológico "cocinando" a fuego lento, pero sostenido el NEW WORLD ORDER (Nuevo Orden Mundial), los hay...
viernes, 13 de julio de 2012
Alerta Mundial por Alexander Backman - 10/01/2012
ALGO SIGUE OLIENDO MAL EN DINAMARCA... SALIENDO DE GUATEMALA, PA' CAER EN GUATEPEOR...2
21 de Diciembre del 2012: La verdad profética encontrada en la biblia.flv
LA BIBLIA ES LA PALABRA PROFÉTICA MÁS SEGURA...
NASA / Tormenta solar catastrófica para 2012 2013
SI NO SE HACE CASO A LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS, VAMOS A SER MALAMENTE SORPRENDIDOS... Lee la Biblia, revisa informes científicos y apercíbete. Esto no es un juego para bañarse en la incredulidad...
martes, 10 de julio de 2012
INVESTIGACIÓN Científica / El Código Secreto de la Biblia (Capítulo V y final)
CÓDIGO secreto que sólo existe en los Sagrados textos
de la Biblia... la Palabra Profética más segura...
parte V (final).
lunes, 9 de julio de 2012
CIENCIA SIN FICCIÓN / ¿Conoce usted la historia tsunamigénica de Venezuela?
Tsunamis en el Caribe: significación para Venezuela / (parte 4 y final)
IDENTIFICACION
DE RIESGO E IMPACTO AMBIENTAL
La posición geográfica de nuestro país y el
contexto geodinámico regional, hacen que nuestro país sea vulnerable a tsunamis
producidos por sismos de epicentro submarino, foco somero y magnitud moderada
que ocurren en los límites de la placa Caribe, principalmente en la zona de
subducción al este de las Antillas Menores. Otra fuente potencial de riesgo son los volcanes los cuales pueden
provocar tsunamis a través de varios mecanismos que incluyen el colapso de
calderas, deslizamiento de sus flancos, avalanchas detríticas, flujos
piroclásticos y otros. El mayor riesgo está representado por el volcán submarino “Kick´em Jenny”
localizado 8 Km al norte de Granada, aproximadamente a unos 260 Km al
NNE de Margarita; el mismo ha tenido varias erupciones después de su primera en
1939. Estudios de simulación
realizados por SMITH & SHEPHERD (1992) sugieren que una erupción
catastrófica de este volcán podría generar olas de tipo tsunami que alcanzarían
la costa venezolana en menos de dos horas (Fig. 6).
Dichas olas
podrían ser imperceptibles ya que al llegar a nuestras costas tendrían entre
uno y dos metros de altura, en el peor de los casos (PARARAS-CARAYANNIS 2004).
Tomando como
base el contexto geodinámico regional, las evidencias históricas y la escasa
información disponible sobre tsunamis en las costas de nuestro país, se puede concluir que la
probabilidad de tsunamis de origen tectónico en las costas venezolanas es de
alto a moderado con probable efectos catastróficos por el elevado desarrollo
urbanístico.
Las costas del norte, noreste y noroeste de
Margarita se examinaron mediante Google Earth con el propósito de identificar
localidades potencialmente favorables para depositar sedimentos originados por
tsunamis relacionados con volcanismo en el arco de las Antillas Menores y/o la
placa subducida.
Los lugares más atractivos para encontrar este tipo de
acumulaciones son la planicie de Guacuco, albufera Puerto Cruz-Zaragoza, Bahía
de Plata, playa La Galera y albufera de la Restinga. El lado sur de la isla es
susceptible a eventos sísmicos producidos a lo largo de los tramos submarinos
del sistema de fallas San Sebastián-El Pilar, los mayores efectos sería
sentidos principalmente en las zonas bajas de Porlamar y en Las Marites-El
Yaque; en otros lugares como El Guamache, Punta de Piedras y Laguna de Raya
probablemente no sería afectados.
Los márgenes norte y sur de la Fosa de Cariaco
representan un riesgo local de tsunamis por deslizamientos submarinos
ocasionados por sismos a lo largo del sistema de fallas de El Pilar.
La mayoría de los eventos de oleajes e inundaciones
que históricamente han afectado la ciudad de Cumaná, pueden catalogarse como
tsunamis de origen tectónico provocados por movimientos sísmicos ocurridos en
el sistema de fallas El Pilar.
El oleaje que el año 1900 azotó las costas de Barlovento pudo haber
sido ocasionado por un sismo relacionado con el sistema de fallas de San
Sebastián. Las olas que dañaron el puerto de La Vela en 1955, se atribuyen a un
sismo ocurrido en Panamá.
Las fuertes olas reportadas durante el terremoto de
Caracas del año 1967 fueron resultado del paso del huracán Edna al norte
de Venezuela y no al sismo, cuyo foco tuvo lugar en tierra, en la falla de
Tacagua, en el Sistema Montañoso del Caribe (LANDER, WHITESIDE & LOCKRIDGE
2002; SCHUBERT 1994).
En la evaluación del riesgo además de elaborar el
registro histórico, se necesita identificar la ocurrencia de eventos
tsunamigénicos pre-históricos para lo cual se debe recurrir al estudio de la
estratigrafía superficial, en las zonas costeras favorables para su
preservación.
Las claves para la identificación son las relaciones
estratigráficas, las características texturales, paleontológicas, mineralógicas
y geoquímicas. La determinación de la edad y el cartografiado de los depósitos
son fundamentales.
Los resultados permiten inferir la frecuencia y energía de las
olas y corrientes lo cual eventualmente ayudaría a calibrar modelos numéricos,
en desarrollo, capaces de predecir la altura y energía de las olas, extensión
del área inundada, condiciones del flujo, duración del evento y otras variables
que ayudan a visualizar el poder destructivo de los tsunamis ocurridos a lo
largo del tiempo en una región determinada (JAFFE & GELFENBAUM, 2002).
La magnitud del impacto ambiental de los maremotos
es función del mecanismo que los origina. En el caso de origen tectónico depende
de la distancia a la costa del epicentro, la profundidad del foco, el mecanismo
focal y la energía del sismo.
También es importante la batimetría
costera, la topografía, la dirección de las olas, la forma de la costa y la
presencia de barreras naturales como corales y manglares.
Los daños causados
van más allá de cambios en la topografía y la erosión de la zona marina
próximo-costera, playas, zona entremareas, manglares, dunas, canales de mareas,
desembocaduras fluviales y puntos salientes de la costa, e incluye la
destrucción de obras de infraestructura habitacional y pública (carreteras,
acueductos, sistemas de tratamiento de aguas servidas, líneas de transmisión
eléctrica, tuberías de distribución y sitios de almacenamiento de
combustibles), contaminación salina de suelos y de las aguas superficiales y
subterráneas por incorporación de agua salada, materia fecal o hidrocarburos
líquidos.
No todos los elementos costeros responden de la misma forma ante el
impacto de las olas, las playas y la vegetación, aunque suelen sufrir daños
severos, se recuperan rápidamente; mas no así los arrecifes coralinos costeros
cuya recuperación es más lenta (SZCZUCINSKI et al. 2006).
Venezuela junto a otros
países de la región, forma parte del
proyecto para desarrollar un Sistema de Alerta de Tsunamis (TWS), el cual
coordina la Comisión Intergubernamental Oceánica (IOC) de la UNESCO.
Internamente, el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, en el
marco del “Proyecto de investigación aplicada a la gestión integral del riesgo
en espacios urbanos”, inició la instalación de un Sistema de Monitoreo
Oceanográfico con la finalidad de recabar información en tiempo real para
disminuir la incertidumbre en los pronósticos de riesgos meteorológicos
costeros (Funvisis, 2008).
CONCLUSIONES
Por su similitud con los sedimentos productos de
tormentas, el reconocimiento de los depósitos de tsunamis no es un asunto
sencillo; sin embargo, se han determinado ciertas características que podrían
ayudar a su identificación.
Particularmente diagnósticos de los depósitos de
tsunamis son la presencia de restos vegetales, hojas y troncos, intraclastos
del suelo infrayacente, la gradación lateral y vertical del tamaño de grano, la
presencia de arcillas interestratificadas y estructuras de licuación, la
ocurrencia de arenas con fósiles fracturados de origen marino embebidos en
sedimentos finos de zonas lagunares situadas detrás de las playas donde abundan
fósiles de agua dulce y salobre bien preservados y el área cubierta por
los sedimentos.
Otro aspecto resaltante es el carácter multimodal de los
depósitos registrándose, desde sedimentos del tamaño de arcillas, limos,
arenas, gravas hasta grandes bloques de varias toneladas de peso.
La mayor parte de los sedimentos acarreados en
suspensión por la corriente de flujo provienen de la erosión en la zona marina
próximo-costera y de la zona terrestre adyacente a la costa. La sedimentación
ocurre mayormente durante el reflujo en las zonas bajas costeras.
Tomando como
base los registros históricos y el contexto geodinámico regional, la costa
norte de Venezuela es susceptible principalmente a los rigores de tsunamis de
origen tectónico; aunque no se pueden descartar otras fuentes como las
erupciones volcánicas y deslizamientos submarinos.
La literatura
geológica venezolana relacionada con estudios de sedimentos asociados a
tsunamis es bastante escasa.
El creciente
aumento poblacional y el desarrollo de infraestructura pública y privada en las
zonas costeras ameritan evaluar el riesgo asociado a la ocurrencia de tsunamis.
Para ello es necesario comenzar con la identificación sistemática de sedimentos
depositados por tsunamis prehistóricos en áreas favorables para su
preservación.
La determinación
de la edad, el espesor y el tamaño de granos permiten obtener información para
calibrar los modelos numéricos en desarrollo y predecir el impacto sobre la
morfología y la infraestructura costera ayudando a la adopción de medidas
preventivas eficaces.
Es necesario
aumentar la divulgación y acelerar la ejecución del programa “Educación para la
Gerencia de Riesgos en las Comunidades Costeras” que lleva a cabo el Ministerio
del Poder Popular de Ciencia y Tecnología, a fin de preparar la población para
enfrentar los efectos de sismos mayores, incluyendo las inundaciones por
tsunamis y otros fenómenos naturales más frecuentes.
Se recomienda no olvidar que las zonas costeras poco elevadas son las
más vulnerables, las olas de tsunamis se desplazan más rápido que las personas,
el agua en la costa se aleja varios metros de esta antes de la llegada de la
ola cuya fuerza y energía es enorme, pudiendo transportar rocas de gran tamaño,
botes y autos decenas de metros tierra adentro.
Se desconoce el momento en que
puede a ocurrir los tsunamis originados por sismos; los producidos por volcanes
son algo más predecibles. Finalmente, la corriente de flujo puede penetrar
centenares de metros tierra adentro siguiendo los cursos fluviales a partir de
la desembocadura de los ríos y quebradas.
TABLA
1
PROBABLES
EVENTOS TSUNAMIGENICOS
EN LAS COSTAS
DE VENEZUELA
(LANDER,
WHITESIDE & LOCKRIDGE 2002, FUNVISIS, 2002).
1. 01/09/1530: Cumaná, Paria y Cubagua fueron afectadas. El mar se elevó 7,3 metros en
la costa de Paria y 6 metros en Cubagua y Cumaná, donde llegó a las colinas
cercanas, a una media legua de distancia. La tierra se agrietó y hubo emanación
de aguas saladas y asfalto.
2. 1543: Cumaná fue destruida por terremoto, hubo olas más altas que el terreno.
3. 21/10/1766: Nuevamente Cumaná fue destruida por violento sismo. Se reportó elevación del
suelo y desaparición de algunas isletas en el Delta del Orinoco.
4. 05/05/1802: Fuerte sismo en Cumaná, se dice que en la
parte baja del curso del Rio Orinoco hubo recesión y ascenso del agua.
5. 26/03/1812: Elevación del nivel del mar asociado a
fuerte sismo en La Guaira.
6. 15/07/1853: Fuerte sismo en Cumaná, seguido de olas de entre 5 y 6 metros de
altura, se estima que hubieron cerca de 4000 víctimas. Subsidencia en los
arenales de Caigüire y El Peñón.
7. 13/08/1868: Se reporta tsunami en Juan Griego y en Rio Caribe, asociado a fuerte
sismo que se sintió en diversos lugares del interior del país, entre otros Río Apure, Río
Arauca y Ciudad Bolívar.
8. 29/10/1900: Un sismo que afectó al litoral central y
Barlovento, causó grandes daños materiales, se reportaron olas de 10 metros de
altura en Macuto, pero no en la boca del Río Neverí donde una isleta
desapareció.
9. 31/01/1906: Reporte de tsunami en Cumaná, Carúpano, Margarita y Río Caribe.
10. 12/10/1916: Reporte de tsunami asociado con sismo en
Ocumare de la Costa.
11. 17/01/1929: Cumaná destruida por terremoto, con saldo de varias víctimas fatales.
Reporte de tsunami en varios lugares de la costa, en Puerto Sucre el mar se
retiró 200 metros y regresó con ola de 6 metros de altura que destruyó
viviendas y barcos. Informe de colapso y deslizamientos a lo largo de falla de
Caigüire.
12. 18/01/1955: En La Vela de Coro se reportó fuerte oleaje
que destruyó barcos y muelles. Se cree que un sismo de 5.5 ocurrido en Panamá
pudo haber sido la causa.
13. 29/07/1967: Terremoto de 6.2 cerca del litoral central.
No se verificó ocurrencia de tsunami, el huracán Edna pasaba al norte.
14. 13/09/1979: El muelle de Puerto Cumarebo fue roto por
olas, probablemente asociadas a sismo de 5.0 Mb en Panamá.
15. 09/07/1997: Sismo en la costa de Sucre, sentido en Monagas, Anzoátegui y
Trinidad-Tobago, causo daños importantes en Cumaná y Cariaco y daños menores en
otras poblaciones de Sucre.
///////
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
·
AUDEMARD, F., RENDON, H. & ROMERO, G.,
1999. Sismicidad, Neotectónica y Campo de Esfuerzo del Norte de
Venezuela. FUNVISIS, Caracas.
·
BOURGEOIS,
J., 2008. Geologic Effects and Records of Tsunamis. Published in: Robinson,
A.R. and Bernard, E.N., eds., The Sea, Volume 15: Tsunamis, Harvard
University Press, 2009, p. 53-91.
·
CITA,
M. B. & ALOISI, G., 2000. Deep-sea tsunami triggered by the explosion of
Santorini (3500 y BP) eastern Mediterranean. Sedimentary Geology 135,
181-302.
·
PARARAS-CARAYANNIS,
G., 2004. Volcanic tsunami generating source mechanisms in the eastern
Caribbean region. National Science Foundation Tsunami Workshop in San Juan,
Puerto Rico, Journal of Tsunami Hazards, Volume 22, Number 2. 2004.
·
DE
MARTINI, P. M., et al., 2003. Identification of Tsunami Deposits
and Liquefaction features in the Gargano Area (Italy): Palaeoseismological
Implication. Annals of Geophysics, Vol. 46, N. 5.
·
DAWSON,
A. G. & STEWART, I., 2007. Tsunami Geoscience. Progress in Physical
Geography 31(6), (2007), pp. 575-590.
·
FUNVISIS, 2002. La Investigación Sismológica
en Venezuela. Caracas, Venezuela.
·
FUNVISIS, 2008. Red de Observatorio del
Sistema de Alerta de Tsunamis para Venezuela. Ministerio del Poder
Popular para la Ciencia y la Tecnología.
·
GARCIA,
D., et al., 2001. Field trip guide to the Cretaceous-Tertiary
Boundary in western Cuba. IV Cuban Geological and Mining Congress,
La Havana, Cuba, March 19-23.
·
GELFENBAUM,
G. & JAFFE, B., 2003. Erosion and Sedimentation from the 17 July, 1998,
Papua New Guinea Tsunami. Pure and Applied Geophysics 160,
1969-1999.
·
HUNTINGTON,
K., et al., 2007. Sandy Signs of Tsunami Onshore Depth and
Speed. EOS, Transactions, American Geophysical Union, Volume 88,
Number 52, December 25th, 2007.
·
JAFFE,
B. E. & GELFENBAUM, G., 2002. Using Tsunami Deposits to Improve Assessment
of Tsunami Risk. Solution to Coastal Disasters ´02 Conference,
Proceedings, ASCE, p. 836- 847.
·
KAZUHISA,
G., et al., 2004. Evidence for ocean water invasion
into the Chicxulub crater at the Cretaceous/Tertiary boundary. Meteorites
& Planetary Sciences 39, Nr. 7, 1233–1247.
·
LANDER,
J.F., WHITESIDE, L. S. & LOCKRIDGE, P. A., 2002. A Brief History of
Tsunamis in the Caribbean. Science of Tsunami Hazards, Vol. 20, No.
2, (Published electronically).
·
LEAL, K., et al., 2011.
Paleotsunamis en el registro geológico de Cumaná, estado Sucre, Venezuela
oriental. I Congreso Venezolano de Geociencias, Universidad Central
de Venezuela, Caracas, diciembre.
·
MORTON,
R. A., GELFENBAUM, G. & JAFFE, B. E., 2007. Physical Criteria for
Distinguishing Sandy Tsunami and Storm Deposits Using Modern Examples,Sedimentary
Geology. URL: http://www. sciencedirect.com/science/journal/00370738.
·
MORTON,
R. A., et al., 2006. Reconnaissance investigation of Caribbean
extreme wave deposits–preliminary observations, interpretations and research
directions. Report 2006-1293, USGS.
·
MORTON,
R. A., et al., 2008. Coarse-clast ridge complexes of the Caribbean:
A preliminary basis for distinguishing tsunami and storm-wave origins. Journal
of Sedimentary Research, 2008, v. 78, 624–637
·
MURTY,
T. S., et al., 2005. Why the Atlantic Generally Cannot Generate
Trans-oceanic Tsunamis?. ISET Journal of Earthquake Technology,
Technical Note, Vol. 42, No. 4, December 2005, pp. 227-236.
·
MATSUI,
T., et al., 2002. Generation and propagation of a tsunami from the
Cretaceous-Tertiary impact event. Geological Society of America,
Special Paper 356.
·
PINDELL,
J., et al. 2005. Plate-kinematics and crustal dynamics of
circum-Caribbean arc-continent interactions: Tectonic controls on basin
development in Proto-Caribbean margins. Geological Society of America Special
Papers 2005; 394;7-52
·
PEREZ, O. J. & MENDOZA, J. S., 1998.
Sismicidad y tectónica en Venezuela y áreas vecinas. Física de la
Tierra No.10; 87-110 (ISSN: 0214-4557).
·
USGS –
UNITED STATES OF AMERICA GEOLOGICAL SURVEY. 2001. Preliminary Analysis of
Sedimentary Deposits from the June 23, 2001, Perú Tsunami: September 4-18,
2001.
·
SMITH,
M. S. & SHEPPERD, J. B., 1993. Preliminary Investigations of the Potential
Tsunami Hazard of Kick ´em Jenny Submarine Volcano. Natural
Hazards 7: 257-277.
·
SCHEFFERS,
A. M., 2002. Palaeo-tsunami Evidences from Boulders Deposits on Aruba, Curacao
and Bonaire: Science of Tsunami Hazards, Vol. 20, No. 1, p. 20.
·
SCHEFFERS,
A. M. & KELLETAT, D., 2004. Bimodal tsunami deposits – a neglected feature
in palaeo-tsunami research: Coastline Report 1, ISSN
0928-2734.
·
SCHEFFERS,
A., SCHEFFERS, S. & KELLETAT, D., 2005. Palaeo-tsunami relics on the
Southern and Central Antillean Island Arc. Journal of Coastal Research,
21 (2): 263–273.
·
SRINIVASALU,
S., et al., 2009. Characteristics of 2004 tsunami deposits of the northern Tamil
Nadu coast, Southeastern India. Boletín de la Sociedad Geológica
Mexicana, Vol. 61, Num. 1, p. 111-118.
·
SHANMUGAN,
G., 2006. The tsunamite problem. Journal of Sedimentary Research,
v. 76, 718–730.______________ ., 2008. The constructive functions of tropical
cyclones and tsunamis on deep-water sand deposition during sea level highstand:
Implications for petroleum exploration. AAPG Bulletin, v. 92, no. 4
(April 2008), pp. 443–471.
·
SZCZUCINSKI,
W., et al., 2006. Environmental and Geological Impacts of the 26 of
December 2004 Tsunami in Coastal Zones of Thailand – Overview of Short and
Long-Term Effects. Polish Journal of Environmental Studies, Vol.
15, No. 5, 793-810.
·
SCHUBERT, C., 1994. Tsunamis en Venezuela:
Some Observation on their Occurrence. Journal of Coastal Research
Special Issue No. 12: Coastal Hazards, pp. 189-195 (Resumen).
·
THEILEN-WILLIGE, B., 2006. Tsunami Hazard in
Northern Venezuela. Science of Tsunami Hazards, Vol. 25, No.
3, p. 144.
·
WARD,
S. N. & DAY, S., 2005. Tsunami Thoughts. Institute of Geophysics
and Planetary Physics University of California at Santa Cruz, California, USA,
CSEG Recorder, December, 2005.
·
WHELAN,
F. & KELLETAT, D., 2003. Submarine slides on volcanic islands – a source
for mega-tsunamis in the Quaternary. Progress in Physical Geography 27,
2 (2003), pp. 198–216.
·
ZAHIBO,
N. & PELINOVSKY, E. L., 2001. Evaluation of Tsunami Risks in the Lesser
Antilles. Natural Hazards and Earth System Sciences 1, p.
221-231.
CIENCIA SIN FICCIÓN / ¿Conoce usted la historia tsunamigénica de Venezuela?
Tsunamis en el Caribe: significación para Venezuela / (parte 3)
No es frecuente encontrar estructuras
sedimentarias, sin embargo, se han encontrado estructuras de corriente
bidireccional y ondulitas asimétricas apuntando la dirección hacia el mar. El
contenido faunal es variado, se compone de mezclas de fósiles marinos
planctónicos y bentónicos de distintos ambientes, fracturados, y fósiles de
agua dulce y salobre de estratos continentales y transicionales bien
preservados. Los estudios granulométricos señalan el carácter multimodal de los
depósitos con mejor escogimiento hacia arriba. Es frecuente encontrar en la
costa de muchos lugares, a varios metros por encima del nivel actual de las
olas y de las mareas, la presencia de peñas, peñones y megaclastos aislados de
varios metros cúbicos y toneladas de peso que se han interpretado como
arrastrados y depositados por tsunamis (MORTON et al. 2006; USGS
2001; JAFFE & GELFENBAUM 2003; DE MARTINI 2003; SCHEFFERS 2002; SCHEFFERS
& KELLETAT 2004; DAWSON & STEWART 2007; MORTON, GELFENBAUM & JAFFE
2007; SRINIVASALU et al. 2009).
EVIDENCIAS DE
TSUNAMIS EN EL CARIBE
Históricamente,
desde el descubrimiento en 1498 y hasta el año 2000, en la región se han
reportado algo más de 90 tsunamis, 27 de los cuales son considerados verdaderos
y 9 como posibles (LANDER, WHITESIDE & LOCKRIDGE 2002).
El primer
evento tsunamigénico de que se tiene noticia, fue el terremoto ocurrido el 1 de
Septiembre de 1530. Dicho sismo, que probablemente tuvo su origen en la falla
de El Pilar,
originó grandes olas que afectaron
las costas de Venezuela, especialmente Cumaná, Paria y la isla de Cubagua;
a partir de entonces, se han reportado tsunamis de origen tectónico en las
Islas Vírgenes, Rep. Dominicana, Puerto Rico, Antígua, Guadalupe, Barbados,
Martinica, Dominica, Trinidad-Tobago, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Mención
particular merece el tsunami que produjo el terremoto de Lisboa, ocurrido el 1
de Noviembre de 1755 cuyas olas llegaron a la región del Caribe aproximadamente
9,3 horas más tarde, con alturas entre 0,8 y 1,5 metros en Barbados, Antígua,
Dominica y Martinica; y de 7 a 4,5 metros en St. Martin y Saba respectivamente.
Tsunamis de origen volcánico se han producido en Antígua, Martinica,
Montserrat, Granada y San Vicente. Durante los últimos 400 años, la cadena de
islas de las Antillas Menores ha sido afectada por 24 eventos tsunamigénicos,
la mayor parte de ellos con efectos locales. El principal origen de los
tsunamis en el Caribe es el tectónico, seguido en número por los de tipo
volcánico a menudo acompañados por grandes deslizamientos de masas de tierra
hacia el mar provenientes del flanco de los volcanes y por finalmente, los
tele-tsunamis (MORTON et al. 2006; LANDER, WHITESIDE &
LOCKRIDGE 2002; ZAHIBO & PELINOVSKY 2001; SCHUBERT 1994).
En el Caribe, a pesar de las referencias
históricas, son escasas las identificaciones de sedimentos depositados por
tsunamis. MOYA & MERCADO (2006), citados en MORTON et al. (2006)
describieron, en diversas localidades al noroeste de Puerto Rico, láminas de
arenas finas, a veces con restos de corales, fragmentos de conchas y
concentración de minerales pesados en la base que, por el contraste con los
sedimentos infra y suprayacentes, muy probablemente fueron depositadas por
paleo-tsunamis.
La presencia de megaclastos en las costas de las
Islas Caimán, Puerto Rico, Bahamas, Aruba, Curazao, Bonaire, Barbados,
Guadalupe, San Martin, Anguila y Jamaica ha sido citada como ejemplo
característico de tsunamis (SCHEFFERS 2002; SCHEFFERS A, SCHEFFERS S.
& KELLETAT 2005). Los depósitos de Curazao, Aruba y Bonaire, compuestos por
clastos del tamaño de gravas, peñones y bloques de 100 metros cúbicos de
calizas y corales, localizados a una altura entre 1 y 12 metros por encima del
nivel del mar, fueron posteriormente examinados por MORTON et al.
(2008) quien concluye que no existen evidencias sólidas sobre el mecanismo
responsable del transporte y acumulación de estos sedimentos. Igual conclusión
se alcanzó en sedimentos polimodales compuestos por mezclas de arenas, gravas y
peñones, situados a nivel de las olas en las costas de Puerto Rico, Bonaire y
Guadalupe, previamente atribuidos a la acción de tsunamis, que por su
morfología y características sedimentológicas son más bien resultado de una
larga y repetida acción de olas de tormentas (MORTON et al. 2006,
2008).
Pese a las referencias históricas, es poco lo que
se conoce sobre sedimentos de tsunamis en la costa norte de nuestro país.
SCHUBERT (1994) atribuyó este origen a una acumulación de grava coralina sobre
una terraza erosional de 10 a 20 metros de altura al oeste de Puerto Colombia,
cerca de Choroní en el estado Aragua, sugiriendo que el mismo fue depositado
por un tsunami de extensión local producto de un deslizamiento submarino
originado por un sismo.
LEAL et
al., (2011) identificaron, mediante núcleos no perturbados extraídos en la
periferia del complejo lagunar Los Patos en Cumaná, depósitos de arenas limpias
de base erosiva que, por cuyas características geoquímicas, sedimentológicas y
paleontológicas, interpretaron como productos de tsunamis prehistóricos
posiblemente provocados por sismos en el sistema de fallas El Pilar.
THEILEN-WILLIGE (2006) elaboró, usando imágenes de LANDSAT derivadas de la
Shuttle Radar Topographic Mission (SRTM, 2000), mapas morfométricos integrados con información geomorfológica,
geológica, topográfica y sísmica, para determinar que las zonas más
susceptibles a inundación por tsunamis son el Delta del Orinoco, la región Golfo de Araya-Bahía de
Pozuelos-Barlovento, el Golfo Triste (Morón-Tucacas), la zona del Istmo
de Los Médanos-Golfete de Coro y la Guajira Venezolana. En algunas partes,
se identifican rasgos geomorfológicos paralelos entre sí, casi perpendiculares
a la costa que el autor interpretó como trazas de erosión causadas por
tsunamis. Sin embargo, en ninguna de esas localidades, se hace mención de
acumulaciones de sedimentos depositados por tsunamis (Fig. 5).
(Continuará...)
CONMEMORACIÓN / Especial de EL TIEMPO sobre el terremoto de Sucre de 1997
Un trabajo especial que realizó Yumelis Díaz para el Diario EL TIEMPO, cuando dicho medio impreso tenía oficinas en Cumaná y Carúpano en el estado Sucre. Tal publicación se realizó con motivo del X aniversario de la tragedia que enlutó a la tierra mariscala el 9 de julio de 1997.
CONMEMORACIÓN / Derrumbe del Edificio Miramar en Cumaná...
Así quedó el Edificio Miramar, tras sufrir el embate de un terremoto de magnitud 6,9 en la escala abierta de Ritchter el 9 de julio de 1997 a las 3:24 minutos de la tarde en Cumaná, estado Sucre, Venezuela.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)