martes, 16 de octubre de 2012

ANÁLISIS / Compendio opinático...



SIN DESPERDICIO LO QUE DICE AQUÍ…POR FAVOR, LÉANLO…


Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado. 

Napoleón

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El milagro de la vida continúa y hay que seguir luchando con amor por un gran País. La tierra prometida está más lejos de lo que creíamos, pero el camino para llegar a ella está trazado, debemos seguirlo con fe y templanza. Renovemos la fuerza de la esperanza. Esfuerzo, animo y trabajo. Que nadie se achinchorre, porque esto continúa. Un buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes. @raulamiel
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El paquetazo de Chávez.  

ELIDES J. ROJAS L.

Mucho habló micomandantepresidente, el E.T. de la política, el hombre que es capaz de resolver democráticamente la vida de la provincia venezolana imponiendo a dedo limpio la gente que le servirá de segundón en las regiones. A Chávez, claramente, le importa un pito qué piensan en Anzoátegui sobre Aristóbulo. O qué piensan en Lara de Reyes Reyes. Le da lo mismo. El sabe que con la fórmula demagógica y de esclavitud electoral que perfeccionó para el 7 de octubre, da lo mismo que los pobres y sus allegados piensen algo. Llegará el escuadrón de malandros, amenazará al votante en el rancho, le dirá que le quitarán la beca, si está de buenas, o, si anda con el maluco subido, irá por todo el cañón: o te vienes conmigo a votar o hasta el, lunes tienes familia.

No es cuento. Plata, amenazas, gente llorando en las mesas a la hora de votar cotando los episodios violatorios de toda decencia humana. Para arrear a la gente como ganado desde los barrios, cerros, caseríos, pueblitos o rancherías, usaron desde motos hasta vehículos de doble tracción de Pdvsa o de la GN. Un descaro total. Eso no es fraude. Es violar los Derechos Humanos de una gente oprimida, pobre y amenazada. Pero, se sabrá. Un asunto de esta magnitud no puede quedar bajo el silencio temeroso de las víctimas.

Y por eso Chávez actúa como quiere. Lo primero que hay que suponer, para seguir siendo bobos en grado de comandante en jefe, es que Chávez no sabe nada. Eso es cosa de los cubanos y de las bandas de Jorge Rodríguez su jefe de campaña. Pero si se observa el detallazo de que a la gente la empujaron votar por el chavismo sin importantes la libertad individual ni el más mínimo decoro, qué le puede importar a micomandante lo que cada estado o región piense. Es lo de menos. La visión es que ni siquiera importa quién sea el candidato, ni qué ofrezca. Por eso siempre dijo la verdad: aquí el único que importa es Chávez. Que sea Arias Cárdenas o Jaua da lo mismo. Y así se transmite sin  ningún rubor. Además serán jarrones chinos. Vienen las comunas.

Pero hay algo que sí va a importar. Y mucho. El verdadero paquetazo. El paquetazo de Chávez. Lo que tanto dijo que haría Capriles, como parte de la campaña de aguas negras que lanzó en este histórico 2012, tendrá que hacerlo el mismísimo comunista Chávez, el más socialista de todos los socialistas, el salvador del mundo, el justiciero de la humanidad. Ya es sabido en todos los ámbitos económicos que no hay dólares ni para meterle dos dólares a Fidel en sarcófago. El desbarajuste es tal que ni siquiera un petróleo a 100 bolívares le alcanza para cubrir importaciones y alagar la explosión de la gran crisis que le espera al país.

Se habla de devaluación, aumento de la gasolina, incremento de casi todos los productos que tiene aguantados, aumento del IVA, ampliación de la base del  ISRL. Recorte de gastos, tijera en presupuesto de la provincia. Y hasta un retraso, más todavía, programado en la ejecución de obras como viviendas e infraestructura.



El paquetazo de Chávez viene. 
Y viene bravo...

PER KUROWSKI

¿Qué si me hubiese gustado ver Henrique Capriles Radonski ganar? Por supuesto que sí. Qué pregunta más tonta.

Pero no ganó, lo cual no quiere decir que perdió. ¿Pero quién expone el país a pagar con miles de vidas de venezolanos, solo para evitar el leve retraso de una transición obligada? Nuestros muy reales seis millones y medio de votos, se encontraban en manos responsables, y no en esas manos sobre las cuales el cacique le mentía a los suyos.

Y como siempre recibí preguntas sobre fraude, y como siempre respondí: "en un país donde más del 98 por ciento de los ingresos por exportaciones son entregados a un cacique, a ser manejadas a su pleno antojo, la democracia de por sí ya es fraudulenta".

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero por lo menos ahora el destinatario de las próximas facturas, será quien las originó. Solo para comenzar, ya la macrodevaluación debe estar a la vuelta de la esquina.

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero ahora ese candidato nuestro, hecho líder, podrá dedicar más tiempo a explicar las verdades necesarias, que al ser solo otro obligado vendedor de promesas incumplibles... o de promesas que ni siquiera deberían cumplirse.

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero por lo menos ahora él no será el detonante de la crisis, y podrá guardar las fuerzas necesarias para ayudar en su solución. No se olviden que para quien el horizonte vital es un día, y se levanta para conseguir comida antes de la noche, las culpas del ayer son absolutamente irrelevantes.

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero ahora él tendrá más tiempo de colocarse en una bomba de gasolina y explicarle a todos, que ahí, en gasolina regalada, el país gasta más que en todas las misiones juntas.

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero ahora él tendrá más tiempo para contarles a los tres millones de venezolanos a los cuales se les ha prometido una vivienda, el cuento de ese vil cuento.

Me hubiese gustado ver a Henrique ganar... pero ahora yo, en lugar de haberme quizás tenido que convertirme en su oposición, de repente me convierto en uno de sus firmes seguidores, aún cuando, la verdad sea dicha, no estoy seguro que a Henrique le convenga tener como seguidor, a un irreverente opinador como yo.

Recientemente leí una cita de alguien diciendo que Polonia se dividía entre los que se creen intelectualmente superiores y quienes se creen moralmente superiores. En Venezuela parecería que la división más bien se encuentra entre quienes se creen intelectual y moralmente superiores, y a quienes eso no les importa un bledo, por cuanto mantienen, a veces por absoluta necesidad, los ojos fijos en la chequera con nuestras resultas petroleras.

Amigo líder Henrique, ayude a repartir a la ciudadanía las resultas petroleras de manera tal que tengamos posibilidades de llegar a ser una democracia real, y para que, cuando seas electo, lo cual lo serás, puedas ser un presidente verdadero y no solo otro cacique... que de esos ya hemos tenido más que suficientes.

PS. Art.232. "Cuando se produce la falta absoluta... antes de tomar posesión o durante los primeros cuatro años del periodo constitucional, se procederá a una nueva elección universal directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes"... ¿Solo 30 días, para acuerdos y evitar enredos? Debemos mantener a Henrique Capriles calentando el brazo, por el tiempo que sea necesario. Y por supuesto protegerlo mucho, candidatos y lideres como él hay pocos.

Gana el chavismo, pierde Venezuela.

Mary Anastasia O'Grady
Eran cerca de las 9 de la noche del domingo en Caracas cuando el candidato presidencial de la oposición Henrique Capriles Radonski escribió a sus seguidores en Twitter: "Calma, cordura, paciencia! Hoy fue una jornada histórica, grandiosa, un pueblo que habló! Sabemos lo que pasó y debemos esperar! Que viva Vzla!"
Capriles estaba parcialmente en lo correcto. El gobernador del estado de Miranda, de 40 años, había unificado y llenado de energía a los demócratas venezolanos que se oponen al hombre fuerte Hugo Chávez como ningún otro lo había hecho durante los 14 años del chavismo. La participación electoral en los comicios excedió el 80%, según los reportes. Pero una hora más tarde, el Consejo Nacional Electoral anunció que los primeros conteos mostraban que Chávez había ganado la contienda 54% a 45%. (La brecha después se expandió a 11 puntos). Capriles aceptó los resultados.
La oposición quedó pasmada, y no sólo porque las encuestas internas de la campaña de Capriles predijeron que su candidato ganaría por tres a cuatro puntos porcentuales. Lo que realmente sacudió a los partidarios del cambio fue la idea de que más de la mitad de los electores pudieran haber pedido seis años más de vida bajo Chávez.
Era razonable esperar lo contrario, a pesar de que Chávez había tomado el control de las estaciones de radio y televisión y las usó para inundar al público con su mensaje durante la campaña.
El criminólogo venezolano Fermín Mármol García reporta que hubo 155.788 homicidios en Venezuela desde 1999. Las víctimas de la violencia no son los pudientes. La mayoría de los ricos se han ido del país o pueden pagar seguridad privada de alto costo. Abandonados a sus propios medios en barrios azotados por el crimen, los venezolanos más pobres son también los más vulnerables.
La inflación se ubica en 20% anual según el gobierno pero probablemente sea más alta. Los controles de precios no protegen a los pobres de la inflación por que los precios artificialmente bajos provocan problemas de escasez. Para alimentar a una familia a menudo se tiene que acudir al mercado negro. El suministro de electricidad es cada vez menos fiable y la infraestructura del agua potable se está deteriorando.
Capriles intentó apelar a esa miseria al presentarse como un social demócrata y ofrecerle al elector chavista tradicional una alternativa viable. Prometió mantener los programas sociales de la "revolución" y, al mismo tiempo, mejorar su efectividad y terminar con la práctica de Chávez de mezclar las prestaciones con la política. Desafortunadamente, su optimismo fue superado por la determinación de la dictadura de aferrarse al poder. Las cosas de desenvolvieron de acuerdo al plan; el plan de Chávez.
¿Cómo logró Chávez salirse con la suya? Primero que nada, controla el registro electoral, que nunca fue auditado de manera independiente. Incluso el Consejo Nacional Electoral reconoce que la lista de votantes habilitados es un desorden. Un listado en su página de Internet de "votantes entre 111 y 129 años de edad" contiene al menos 10.000 nombres. Es imposible saber cuántos otros de los nombres del registro no son legítimos, pero no es una pregunta poco razonable ya que existen 19 millones de electores registrados hoy y sólo había 11 millones en 1999. Los críticos alegan que miles de migrantes ilegales de Colombia han sido reclutados en las filas del chavismo con la oferta de una credencial electoral.
Tras la derrota de Capriles, la clase baja venezolana será acusada de haber vendido su libertad a cambio de prestaciones. Pero ese es un análisis superficial que subestima el temor que Chávez ha sido capaz de infundir entre los dos millones de empleados públicos del país, cuyo sustento depende de un salario estatal. La petrolera estatal es el empleador corporativo más grande del país y el Ministerio de Educación emplea incluso a más personas.
Encuestas locales sugieren que un tercio de los venezolanos cree que las máquinas electrónicas para votar eliminan el secreto del voto. En septiembre, la revista The Economist informó que funcionarios del gobierno les preguntaron a algunos empleados públicos dónde votarían y les pidieron que proporcionaran firma y huellas digitales con su respuesta. Es posible imaginar cuántos de ellos estaban convencidos que serían despedidos por votar en contra del dictador.
El populismo también jugó un papel en la contienda del domingo. Durante el último año Chávez construyó viviendas públicas y regaló grandes cantidades de electrodomésticos. El dinero para su auge preelectoral provino de créditos chinos (aproximadamente US$12.000 millones en los últimos 15 meses, según Bloomberg News) avalados por futuros ingresos petroleros. En efecto, Chávez hipotecó a Venezuela para ayudar a comprar otros seis años en el poder.
El partido de Chávez festejó el domingo en la noche. El lunes fue feriado en Estados Unidos así que los mercados de bonos estuvieron cerrados. Pero el martes, el gobierno comenzará a enfrentar la sobria reacción del mercado ante el nuevo período de Chávez en el poder. Con un modelo económico que consiste de inflación, controles de precios, expropiaciones y represión financiera, los inversionistas probablemente no verán un futuro brillante pese a los ingresos petroleros.
La oposición lo sabe y a pesar de la derrota ha sido sorprendentemente optimista. Chávez es considerablemente menos popular que hace seis años. Pese a que derrotó a Capriles, nadie cree que la diferencia final de votos refleje la opinión del público sobre el ganador. La oposición se ha convertido por primera vez en una poderosa entidad y ya está hablando de las elecciones para gobernadores en diciembre.
Aun así, no espere que Chávez, un demagogo de nivel mundial, pierda su envión en poco tiempo. Con China financiando su populismo y Cuba poblando su sistema de inteligencia y seguridad, la comodidad de sus próximos años en el Palacio de Miraflores está prácticamente garantizada. Lo único que podría cambiar las cosas es su salud: ha recibido tratamiento contra el cáncer en repetidas ocasiones, pero su condición sigue siendo un secreto de Estado.


Para que gane la democracia se necesita que exista libertad de elegir

Cedice Libertad
Después de una campaña excepcional por parte de la Unidad, la cual debe fortalecerse  y en especial de Henrique Capriles Radonski  y su comando    -por quienes sentimos admiración y agradecimiento, al igual que por el pueblo venezolano que cree en la libertad y la democracia-, es importante realizar una evaluación institucional del proceso electoral. Expreso Rafael Alfonzo Hernández, presidente de Cedice Libertad.
Desde el propio inicio de la campaña pudo constatarse la forma poco transparente, inconstitucional e injusta en el uso de los medios de comunicación públicos en favor del candidato del Gobierno. El ventajismo obsceno predominó. Pudo verse cómo se transmitían cadenas de radio y televisión diariamente, cómo las cuñas gratuitas y obligatorias contempladas en la Ley Resorte, se usaban con un claro propósito electoral en favor del Presidente-Candidato, cómo se dispuso de forma abusiva de los recursos públicos para promover la imagen del candidato oficialista. El país presenció  de qué manera se amedrentaba a los empleados públicos y se chantajeaba a los beneficiarios de las misiones, y cómo se insinuaba dentro del país y en el extranjero que de ganar el candidato de la Unidad vendría el caos y la violencia. El ministro de la Defensa en varias oportunidades emitió declaraciones públicas en las que se pronunció a favor del jefe del Estado. A  más de 20.000 venezolanos residentes en Miami se les obligó a votar a 1.400 kilómetros de distancia de su centro original.
En este cuadro tan desigual, los poderes públicos diseñados para controlar al Gobierno y asegurar los equilibrios que toda República debe mantener, guardaron un silencio cómplice, limitándose a garantizar la reelección del Presidente.
En síntesis, tenemos que afirmar que quien ganó el pasado domingo fue la injusticia, la falta de transparencia electoral, el miedo, y no la democracia plena y verdadera que debe existir en un país moderno con leyes que se cumplen para todos.
En democracia existe libertad, separación de poderes e instituciones sólidas que garantizan la libertad de elegir. Lo que se presenció durante los meses recientes fue lo contrario.
A pesar de la inequidad, seis millones y medio de compatriotas se pronunciaron a favor de la alternativa democrática, además, los comicios trascurrieron en un clima de concordia que revela que el pueblo desea vivir en paz.
Del voto masivo el 7 de octubre emergió un mandato muy claro: el Jefe de Estado debe ser el Presidente de todos los venezolanos, y no de una sola parcialidad política y por ello esos seis millones y medio de votos que votaron por una opción distinta exigen respeto y llaman al dialogo, la  Democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales y consensos, esta debe ser la norma, manifestó el presidente de Cedice Libertad
 El presidente reelecto, en sus primeras declaraciones, ha dicho que buscará la reconciliación, una iniciativa que contribuiría con esto es aprobar una ley de amnistía que libere a los presos de conciencia que hay en el país y permita el retorno de los venezolanos que se encuentran en el exterior por razones políticas.
Los valores ligados a la honestidad, libertad y equidad son fundamentales en un proceso electoral, esto ha quedado cuestionado y  debe reivindicarse para que las elecciones de gobernadores del próximo 16 de diciembre, se lleven a cabo  dentro de un clima de respeto y equilibrio que permita que la Democracia salga realmente fortalecida. Creemos en una sociedad libre donde el respeto a las libertades económicas, a los derechos de propiedad y la libre empresa sean los fundamentos para obtener prosperidad en la sociedad y por  ello Cedice Libertad seguirá firme en su defensa.

Lo que le espera a Venezuela.  
PLINIO APULEYO MENDOZA
Es cierto que Venezuela celebraron unos comicios en paz, sin las temidas explosiones de violencia y sin sospechas de fraude, hasta el punto de que el candidato de la oposición, Capriles Radonski, felicitó a Chávez y este, a su turno, envió un saludo a la oposición extendiéndole amistosamente sus manos desde un balcón de Miraflores.
Lo que no debe olvidarse es que lo acontecido allí el pasado 7 de octubre es una verdadera tragedia. Los riesgos que le esperan a Venezuela son enormes. Pero antes de dibujar este tenebroso panorama es necesario recordar que la victoria de Chávez no fue para nada limpia, sino que se sustentó en los clásicos sobornos a buena parte del electorado, propios de un régimen como el que mantuvo en el poder durante tantos años a Gadafi y hoy a Mahmud Ahmadineyad, en Irán.
Soborno es una palabra más bien discreta para calificar la compra de votos con dinero, mercados, electrodomésticos, bonos salarios otorgados en cerros y aldeas a los llamados milicianos bolivarianos y toda clase de ofertas.
Tampoco es muy democrático aprovechar una doble condición de Presidente y candidato para disponer de ocho veces más de presencia en los canales de televisión al tiempo que se dejaba planear la amenaza de despido a los funcionarios que no lo apoyaran.
¿Qué le espera ahora a Venezuela? Ante todo, una aguda incertidumbre. La deuda externa del país alcanza hoy los 200.000 millones de dólares. Teniendo en cuenta este compromiso y el desmesurado regalo que hace a sus amigos Castro en barriles de petróleo por valor de 6.000 millones de dólares al año, los ingresos reales del país se limitan a lo que obtiene de los Estados Unidos por ese mismo concepto. La ruina de la agricultura y de la industria independiente, como resultado de ciegas expropiaciones y confiscaciones, ha determinado que Venezuela no produzca casi nada y que el 75 por ciento de la comida sea importada. La casi segura devaluación de la moneda -pues es insostenible mantener el cambio en 4,30 bolívares por dólar- va a conducir a una escasez sin precedentes, capaz de alborotar a la población.
A estos nuevos riesgos tenemos que sumarles los que desde hace más de una década vienen registrándose: la pavorosa inseguridad, las crecientes fallas en los sistemas de energía eléctrica y en la infraestructura vial, la crisis hospitalaria, el empobrecimiento y una inflación de casi el 28 por ciento, la mayor de América Latina. Y, como si fuera poco, estos agudos descalabros se verán agravados por el anunciado propósito chavista de profundizar la revolución bolivariana. Es decir, el ruinoso modelo castrista que asfixia toda iniciativa privada y deja en manos del Estado empresas industriales y agrícolas.
Está, pues, cargado de negras nubes el futuro del imperio chavista. Y sobre este panorama de inquietudes pesa el dilema que plantea la salud de Chávez. Según el analista político Moisés Naím, cancillerías y presidentes latinoamericanos creen que su enfermedad se encuentra en estado terminal. En caso de muerte, ¿quién podría reemplazarlos? Nadie de su propio combo, en realidad. Y es aquí donde la pujante oposición acaudillada por Capriles, que con mucha contundencia hará de nuevo su aparición en la cercana elección de gobernadores, tendrá al fin la oportunidad de salvar al país. La fuerza adquirida por la corriente democrática de Venezuela acabará imponiéndose, estoy seguro. Pero heredará un desastre.
Por lo pronto, como bien lo ha dicho Fernando Londoño, Venezuela es una caldera del diablo, caldera que va a explotar. Sus estragos se harán sentir en todo el continente antes de que le demos sepultura a ese extravío llamado socialismo del siglo XXI.

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