Por: Ricardo Daher
La crisis en Europa está mostrando una cara “tercermundista” que nadie creía que existía, al menos en las actuales dimensiones.
La tasa de desempleo promedio de la Unión Europa sobrepasa el 10%, mientras que en España llega al 22%, en un guarismo similar a que llegó Argentina en la crisis de 2001-2002. Más allá de los datos macroeconómicos, hay historias reales de desesperación, y además comienzan a aparecer consecuencias terribles de los recortes económicos que ponen en juego, literalmente, la vida de una generación.
Un estudio realizado en Alemania demuestra que con la política económica neoliberal de los últimos 10 años, la esperanza de vida de los alemanes con ingresos inferiores al promedio general, está disminuyendo. Es decir que en un mundo con enormes avances científicos, que permiten augurar un aumento de las expectativas de vida, las desigualdades sociales condenan a los menos protegidos, a ir en el sentido contrario.
Según el estudio publicado por el grupo parlamentario de la izquierda radical Die Linke, la esperanza de vida promedio de las personas de menos recursos en Alemania -que ganan menos de tres cuartos del ingreso promedio-, pasó de 77,5 años en 2001, a 75,5 años en 2010 según datos oficiales. Dos años menos de vida en el último decenio. Para los habitantes de los estados de Alemania del Este (ex RDA) el descenso fue mayor. De una esperanza de vida de 77,9 años pasó a 74,1 en el mismo período. Mientras este descenso de la esperanza de vida de los adultos con menores ingresos sucedía, el gobierno de Angela Merkel logró establecer un aumento de la edad de jubilarse de 665 a 67 años, con el argumento de que había aumentado la esperanza de vida.
Estadísticamente, los alemanes del este de menores recursos -que ocuparon trabajos menos calificados en su vida laboral- apenas podrán disfrutar de 7 años de jubilados. Alemania es el país de la Unión Europa con mayor número de habitantes mayores de 65 años.
Un poco más al norte, en uno de los países modelo del llamado “estado de bienestar”, Suecia, los jubilados deben retornar al trabajo para completar sus ingresos. Un estudio del Departamento Social, muestra que el porcentaje de jubilados, de 66 años -65 es la edad para jubilarse- que trabaja parcialmente para completar sus ingresos, creció del 19 a 36% de 1997 al 2009. Si además se incluyera en la estadística a las empresas unipersonales, el porcentaje llega al 41%.
Por otra parte, en otra escala generacional, en Inglaterra, se denuncia que el número de estudiantes que se prostituyen para pagar sus matrículas de estudio ha aumentado significativamente. La crisis económica ha hecho que el desempleo juvenil haya alcanzado su nivel más alto desde 1992. De los 2,64 millones de parados que hay en Reino Unido, 1,03 millones son jóvenes. Además, desde el pasado año, el gobierno ha retirado los subsidios para estudio de los jóvenes mayores y ha aumentado el costo de las matrículas universitarias.
Según el Sindicato Nacional de Estudiantes (NUS), los jóvenes están tomando medidas desesperadas y peligrosas para financiarse los estudios. Entre estas prácticas, está la prostitución, prestarse con conejillos de india para experimentos médicos, juegos de azar, y “otras prácticas peligrosas”. Un estudio de una universidad de Londres publicado el año pasado mostró que el 16% de los estudiantes y las estudiantes de Reino Unido estarían dispuestos o dispuestas a tener relaciones sexuales por dinero para pagarse los estudios y que el 11% trabajaría para una agencia de mujeres de compañía.
Otro estudio más reciente, de la Universidad de Leeds (norte de Inglaterra), presentó que el 25% de los/as strippers, son estudiantes. Al mismo tiempo, el Colectivo Inglés de Prostitutas (ECP), que asiste a las mujeres que ofrecen sexo a cambio de dinero, ha dicho que el número de personas que les han pedido ayuda se ha duplicado durante el último año.
Generado por Latinbarómetro.
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