Esta madrugada (ya había terminado de orar y me dispuse a ir a la cama), estando acostada tuve una fuerte visión como a las 3 AM hasta las 5:30 AM.
Yo estaba en mi cama acostada pero no dormida, pero con los ojos cerrados y en mis pensamientos continuo orando y escucho la voz del Señor mi Dios y me dice: “mira lo que te muestro hoy y da aviso porque el atalaya mira y da el aviso” y empiezo a escuchar una alarma en toda la tierra y veo el globo terráqueo con muchos puntos rojos que titilan y yo digo ‘¿qué es esto que escucho ¿porque solo lo escucho yo?’ y veo que solo unas pocas personas están pendiente de lo que está pasando en la tierra y se están preparando y están orando.
Juicios
Y de repente escucho una explosión tan grande que me asustó y veo muchas personas correr espantadas y veo sus rostros tan cerca de mí y me doy cuenta que eran personas asiáticas y escucho la voz del Señor que dice “¡Ay Indonesia!, ¡Ay Indonesia!, ¡Ay Indonesia!”, y veo lo que pasa la explosión era tan grande e inmensa y era el estallido de un volcán que había hecho erupción, esto no se esperaba, vino de sorpresa y veo estas personas asustadas en gran manera huyendo y yo grité diciendo: "¡Señor ten misericordia!, ¡misericordia!" y dentro de mi comienzo a sentir un dolor bien fuerte (en mi pecho) y empiezo a llorar por lo que estaba viendo.
De allí me pasa a ver otra escena y la voz da el nombre de una nación: “¡Argentina! tres días de lluvia y vendrá granizo, desataré granizo sobre ti Argentina" y me dijo "Yo tengo el depósito de granizos”, y me hizo recordar lo que dice Job: 38:22b <o has visto los depósitos del granizo>. Job 37:6b <y al aguacero y a la lluvia: Sed fuertes>.
Y después me pasa a otro país y dice el Señor:“volverás hacer noticia, porque vendrá inundación para ti Paraguay”.
Y de repente escucho una explosión tan grande que me asustó y veo muchas personas correr espantadas y veo sus rostros tan cerca de mí y me doy cuenta que eran personas asiáticas y escucho la voz del Señor que dice “¡Ay Indonesia!, ¡Ay Indonesia!, ¡Ay Indonesia!”, y veo lo que pasa la explosión era tan grande e inmensa y era el estallido de un volcán que había hecho erupción, esto no se esperaba, vino de sorpresa y veo estas personas asustadas en gran manera huyendo y yo grité diciendo: "¡Señor ten misericordia!, ¡misericordia!" y dentro de mi comienzo a sentir un dolor bien fuerte (en mi pecho) y empiezo a llorar por lo que estaba viendo.
De allí me pasa a ver otra escena y la voz da el nombre de una nación: “¡Argentina! tres días de lluvia y vendrá granizo, desataré granizo sobre ti Argentina" y me dijo "Yo tengo el depósito de granizos”, y me hizo recordar lo que dice Job: 38:22b <o has visto los depósitos del granizo>. Job 37:6b <y al aguacero y a la lluvia: Sed fuertes>.
Y después me pasa a otro país y dice el Señor:“volverás hacer noticia, porque vendrá inundación para ti Paraguay”.
Y dijo JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS: “El Caribe será noticia. Se vestirá de luto el Caribe, ya viene el azote y no están preparados”.
Y el Señor Dios Todopoderoso decía: “Yo estoy llamando al arrepentimiento y no me escuchan, no me escuchan… ay, ay, dirán!”.
Después me hizo ver ciudades y estados en EEUU y dijo: “Massachusetts, New York, New Jersey, Ohio, Illinois, Minnesota: olas de frío vendrán y la temperatura empezará a bajar -0º F. -03ºF y baja,... baja la temperatura, morirán muchos por el frío”.
Y el Señor Dios Todopoderoso decía: “Yo estoy llamando al arrepentimiento y no me escuchan, no me escuchan… ay, ay, dirán!”.
“¡Cómo me dan por tardanza algunos!. Yo he dicho comienzo por el Sur. ¡Ay del Sur!...!Ay del Norte!”
Y la voz del Señor era bien fuerte pero triste cuando hablaba y dijo: “La ONU está en alerta y dará un aviso que a muchos asustará y otros se espantarán con gran temor”. (Lo repitió varias veces).
Los científicos darán una alarma de epidemia grande, que ya está en muchos lugares y que para ellos ya está fuera de control. Habrá muchas muertes (será como una peste). Yo lloraba al ver todo esto. El Señor me dijo: “vendrá luto, gran luto a los moradores de esta tierra” y me dijo:
“Miqueas 7:8-13” (lo repitió 3 veces)
Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.
La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; él me sacará a luz; veré su justicia.
Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá verguenza; la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.
Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites.
En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte.
Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.
Yo que estaba acostada en la cama me senté en la cama y lloraba como si se me hubiese muerto un familiar, lloraba y gemía con mucho dolor y le decía al Señor ‘Ten misericordia’, llorando como cuando alguien llora por un ser querido que ha muerto, así lloraba y lloré tanto y todo mi cuerpo temblaba y tenía gran temor porque era Dios hablándome tan enojado, por la desobediencia del hombre, triste por lo que viene y Él decía: “llora, llora porque así lloro Yo por cada alma que muere y se pierde”; y yo no paraba de llorar, y el Señor decía: “Yo lloro por cada alma que desprecia a mi Hijo, porque ya no tienen más oportunidad y se pierden por la eternidad, por desobedecer la voz de mi Hijo, porque están tan entusiasmados con lo que el mundo le está dando y se deleitan en los placeres de este mundo y en los deseos de la carne, porque para ellos eso es lo más importante en su vida, y, cuando llega la muerte (la cual ellos no esperaban tan rápido que llegase) se dan cuenta que se habían equivocado y es allí donde quieren venir a mí; pero ya es demasiado tarde, su tiempo se ha terminado en esta tierra”; y me dijo que buscara en la Biblia:
Oh insensatos No planeen orgullosamente sus vidas.
El jinete de la muerte
Y yo lloraba y decía: ‘ay qué dolor, qué dolor tan grande, misericordia, ten misericordia’ y lloré tanto y tan fuerte que desperté con mi llanto a mi esposo que estaba dormido.
Y yo hablaba y hablaba diciendo ‘misericordia Señor, misericordia Dios, ten misericordia’, mi esposo despertó y me llama y me dice ‘¿qué te está pasando?’ y yo continuo llorando y mi esposo dice: ‘estás teniendo una visión y se arrodilló al lado de la cama y empezó a orar’.
Yo continuaba viendo lo que el Señor me estaba mostrando y me dice el Señor Dios Todopoderoso: “el jinete de la muerte está en muchos lugares de la tierra” y yo escuché a gran voz que decía el Señor: ¡Únjanse, únjanse! Porque el jinete de la muerte está suelto y habrá gran mortandad. No habrá lugar seguro, no lo habrá. Solo el que viene a mi yo lo guardaré, lo cuidaré".
Y yo hablaba y hablaba diciendo ‘misericordia Señor, misericordia Dios, ten misericordia’, mi esposo despertó y me llama y me dice ‘¿qué te está pasando?’ y yo continuo llorando y mi esposo dice: ‘estás teniendo una visión y se arrodilló al lado de la cama y empezó a orar’.
Yo continuaba viendo lo que el Señor me estaba mostrando y me dice el Señor Dios Todopoderoso: “el jinete de la muerte está en muchos lugares de la tierra” y yo escuché a gran voz que decía el Señor: ¡Únjanse, únjanse! Porque el jinete de la muerte está suelto y habrá gran mortandad. No habrá lugar seguro, no lo habrá. Solo el que viene a mi yo lo guardaré, lo cuidaré".
Llegará el luto al Sur y llegará el luto a Norte.
En este país ya no hay honestidad ni piedad. La gente no conoce a Dios. En el país hay una ola de maldiciones, engaños, asesinatos, robos y adulterios. Se comete un crimen tras otro.
Y el Señor dijo: “Yo doy aviso. Lo proclamo y les digo: ‘avisen, apercíbanse’ porque los atalayas obedecen mi voz... ¿y el pueblo?; en vez de obedecer a mi voz, ellos cuestionan, discuten y están en peleas.
Hijos míos guarden sus bocas y presten atención porque ya se viene el lloro y el luto. Acérquense a Mí con temor y en santidad. Únjanse porque ya no queda mucho tiempo”.
Vi también en un lugar de la tierra, que la tierra se abría en gran manera y eso causó temor.
Únjanse porque nada es ya seguro en la tierra. La maldad será cada vez más grande. Muchos ya no quieren estar ya morando en la tierra, desean estar viviendo en los Cielos.
Después el Señor me mostró a España y dijo mira la tierra de España y la vi, y era fértil, abonada y, de repente, veo que la grama se seca, las flores se marchitan y la tierra se pone árida, seca y toda quebradiza y escucho: “la tierra se está enfermando llega la sequía”.
Hijos míos guarden sus bocas y presten atención porque ya se viene el lloro y el luto. Acérquense a Mí con temor y en santidad. Únjanse porque ya no queda mucho tiempo”.
Vi también en un lugar de la tierra, que la tierra se abría en gran manera y eso causó temor.
Únjanse porque nada es ya seguro en la tierra. La maldad será cada vez más grande. Muchos ya no quieren estar ya morando en la tierra, desean estar viviendo en los Cielos.
Después el Señor me mostró a España y dijo mira la tierra de España y la vi, y era fértil, abonada y, de repente, veo que la grama se seca, las flores se marchitan y la tierra se pone árida, seca y toda quebradiza y escucho: “la tierra se está enfermando llega la sequía”.
Europa
Luego veo también muchas piezas de oro, muy finos y eran coronas, joyas, trajes como de reyes, príncipes, todo muy lujoso y veo que en ese lugar tienen muchas personas a su disposición y veo que el que cuida los establos ya nos los cuida más. Los que manejan los carros, los caballos, los animales, se bajan y tampoco cuidan ya.
Escuchaba que ya no hay trabajo, sus finanzas quebraron y el hambre llegó, así como está en África pasará a las naciones de Europa y Asia. Y vi animales vacunos que eran gordos, ahora estaban muy flacos que se les veía los huesos pegados a la piel del animal y muchos de ellos morían.
Y el Señor me volvió a decir: “únjanse, únjanse; esto será muy fuerte, oren y ayunen para que puedan soportar lo que vendrá. Entréguense a Dios”.
“El tiempo de la persecución de la Iglesia se va a acentuar más y vienen las prohibiciones y vendrán leyes para que mi Palabra no se hable, estos días serán duros, difíciles, pero confíen en mí. Yo los respaldaré, los cuidaré”. Mat. 24:9-10
¡Ay del que me niegue!, ¡ay del que en ese día me niegue! Porque os digo que muchos lo harán.
Cuando terminó todo lo que me estaba enseñando y hablando, oré arrodillada y luego alabe su Santo Nombre; y mi esposo me dijo que había una presencia de Dios en el cuarto que él tuvo que arrodillarse y orar, y entendió que Yo estaba teniendo una visión de parte de Dios.
Quedé muy sensible ese día, estuve llorando mucho, también me sentía muy triste por todo lo que va a pasar a la tierra.
Estemos listos, apercibidos, cuidemos nuestra vestidura y sobre todo: ¡cuidado de negar a Cristo!.
Atalaya.
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